El deporte favorece la paz y la cohesión social
Pelotas, guantes y raquetas, son por lo general sinónimo de duelo o de enfrentamiento entre equipos. ¿Y si también fueran factores propicios para aplacar tensiones entre comunidades y pueblos? Es lo que sugiere un estudio realizado en Sudáfrica, después del apartheid, por dos investigadores de la Universidad de Uppsala (Suecia). “El deporte promueve la consolidación de la paz y crea vínculos entre grupos y comunidades que, de otra manera, se tendrían desconfianza y hasta hostilidad”, destaca también un reciente estudio de las Naciones Unidas.
Desde 1993, basándose en el concepto de tregua olímpica durante los Juegos Olímpicos y paralímpicos, la organización internacional renueva cada cuatro años su deseo de respetar el cese al fuego. Objetivos: promover la paz y, sobre todo, permitir que todos acudan y participen en las justas olímpicas en condiciones de seguridad.
“Por ejemplo, las agencias y programas de las Naciones Unidas organizan partidos de futbol entre niños israelís y palestinos. Son pequeñas soluciones puntuales ante problemas sistémicos, pero que contribuyen a cambiar la forma de pensar”, explica Benjamin Coudert, a cargo del sector Deporte y Desarrollo en la Agence française de développement (AFD).
Próximamente, la AFD lanzará una plataforma digital totalmente dedicada al deporte con el objetivo de poner en contacto a los actores del sector deportivo con los del sector del desarrollo. Lo cual permitirá financiar proyectos para promover una paz duradera en varias regiones del mundo.
Facilita la inclusion social…
El deporte permite que se mezclen poblaciones de distintos orígenes y estatus sociales, que se forjen o se consoliden vínculos. Pero también es una poderosa herramienta de integración al servicio de las personas en situación de precariedad. Es un lenguaje universal.
“Un terreno de futbol erigido en un lugar estratégico permite que los niños de familias acomodadas y los jóvenes de barrios desfavorecidos jueguen juntos en el mismo campo”, señala Benjamin Coudert.
“Ahora que las instituciones están decayendo, al deporte se le puede reconocer un estatuto de institución. Genera valores, ideales, opta por normas y construye un lenguaje válido para toda la sociedad”, comenta Thierry Oblet, sociólogo de la Universidad Bordeaux II.
Gracias al apoyo de la AFD, la ONG Sport for social change Network organiza desde 2017, en Johanesburgo, Sudáfrica, actividades deportivas en áreas urbanas para favorecer la integración social y profesional de los jóvenes, y así alejarlos de la delincuencia. ¿Cuál es su arma mágica? Una camioneta que le permite desplazarse con el equipo deportivo e ir al encuentro de la población en los distintos barrios de la ciudad para organizar actividades físicas y lúdicas.
…Y Contribuye Al Empoderamiento De Las Mujeres
Si el deporte es un ámbito en el que todavía prevalecen profundas desigualdades de género -las primas prometidas a las futbolistas en caso de victoria durante la Copa del Mundo son un buen ejemplo de ello-, la Unesco estima que también constituye un formidable punto de apoyo para promover el empoderamiento de las mujeres.
Y con debida razón: El deporte es un estupendo medio para que las mujeres pongan de relieve sus capacidades físicas y mentales, y de esta manera puedan tener mayor confianza en sí mismas y mayor autonomía, afirmen su personalidad, e incluso desarrollen sus capacidades de liderazgo, en contextos en los que a menudo su cuerpo representa un dilema social.
Marie-Cécile Naves, doctora en ciencias políticas e investigadora en el Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas (Iris), expone este argumento en su libro Le sport, outil d’émancipation des filles et des femmes à travers le monde (El deporte, herramienta de emancipación de las niñas y de las mujeres en todo el mundo): “Se trate “sencillamente” de practicar una actividad física en un espacio seguro e inclusivo; de recobrar confianza por medio de su cuerpo y en su cuerpo mismo; o bien de reconstruir su identidad después de un matrimonio forzado o de una violación […] el deporte nos demuestra que es un lenguaje universal, que inspira y es capaz de trascender fronteras, culturas, creencias, diferencias físicas”.
En Sénégal, el programa de capacitación para jóvenes líderes africanos, Seed Academy, especialmente enfocado al baloncesto, ya probó ser benéfico para la emnacipación de las mujeres. “En los documentales que pudimos ver, una niña cuenta que después de dos años en la Seed Academy, durante los cuales fue capitana auxiliar de su equipo deportivo, se sentía con suficiente confianza como para expresarse ante las cámaras de televisión, ella que siendo la más pequeña de su familia nunca se atrevía a tomar la palabra durante las comidas”, cuenta Benjamin Coudert.
El deporte permite concientizar al público
Los eventos deportivos y la práctica de un deporte son medios eficientes para movilizar al público en beneficio de causas relacionadas con el desarrollo sostenible o con la solidaridad internacional. Ejemplo de ello es la original carrera pedestre bautizada « No Finish Line » (Sin línea final), organizada en 2017, en Mónaco, en beneficio de niños desfavorecidos o enfermos. Los participantes tenían que contribuir al fondo común de la asociación Children and Future con un euro por cada kilómetro recorrido, durante un lapso de ocho días. Resultado: ¡se recaudaron más de 436 000 euros!
Valiéndose de juegos, otras iniciativas permiten concientizar a los más jóvenes sobre temas difíciles -como las enfermedades sexualmente transmisibles, la discapacidad o la protección del medio ambiente. La ONG Play international, que recibe apoyo de la AFD desde hace años, se ha especializado en la “playdagogía”: la concientización a través del juego. “Uno de los proyectos consiste en una versión del juego de balón prisionero, o juego de quemados, un poco especial: para poder regresar al terreno después de haber sido golpeados con la pelota, los participantes deben pasar delante de paneles que dan informaciones sobre ciertas enfermedades sexualmente transmisibles y contestar un cuestionario. ¡Puedo decirles que los niños integran muy rápidamente los conocimientos!”, indica Benjamin Coudert.
La influencia de los deportistas de alto nivel también es benéfica para los Objetivos de Desarrollo Sostenible. “Cuando un baloncestista profesional de la NBA aconseja a los jóvenes que no tiren botellas de plástico al piso o en el río, el impacto es mayor que cuando lo dice un maestro o un edil”, comenta Coudert. La FAO, la Unicef o el Banco Mundial recurren con regularidad a atletas de renombre internacional para sus campañas de concientización.
…Y es un impulso para el empleo local
El deporte no sólo estimula los músculos, también es un impulso para la economía de un país. Cuando la población hace deporte, se crean empresas -y por lo tanto se genera empleo a nivel local- relacionadas con todo lo necesario para su práctica: fabricación y material, mantenimiento y funcionamiento de infraestructuras, empresas de alquiler, transporte y supervisión de los equipos. Actividades, todas éstas, que requieren una implantación local.
En la economía mundial, el deporte ocupa un lugar cada vez más importante. Actualmente, la OCDE calcula que representa 2 por ciento del PIB mundial y su tasa de crecimiento es superior a la de la economía mundial. La organización de grandes eventos deportivos ha generado impactos positivos en diferentes sectores. Ahora, el objetivo es lograr que esos impactos sean perdurables, con modelos económicos adaptados a los correspondientes contextos para que todos puedan aprovechar sus beneficios, a nivel local y a largo plazo.
“No queremos que el deporte se plantee únicamente desde una perspectiva de negocios, nuestro objetivo es que beneficie lo más posible a las poblaciones locales. No financiamos al sector deportivo, utilizamos el deporte como vector de nuestra acción a favor del desarrollo sostenible”, dijo en resumen Benjamin Coudert. Actualmente, el deporte ya está incorporado al ámbito del desarrollo.