• logo linkedin
  • logo email
photo couv
La transición ecológica exige una movilización de todos los actores involucrados: Estados, empresas, ciudadanos… y ciudades. En el mundo entero existen ciudades que no esperaron el más reciente y alarmante informe del GIEC para actuar. Cinco ciudades ejemplares.

Elevación del nivel del mar, ola de calor, inundaciones repetitivas, amenazas sobre el abastecimiento en agua y alimentos… Con el cambio climático, se percibe poco a poco la fragilidad de las ciudades ante los eventos meteorológicos extremos y su falta de preparación para afrontarlos.

Al mismo tiempo, las ciudades que generan el 75% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero están probando que disponen de una formidable capacidad de acción para preservar el clima, aun cuando la acción de los Estados sea insuficiente: “Saben perfectamente cuáles son los retos que enfrentan sus territorios y las expectativas que tienen sus ciudadanos”, destaca Alix Françoise, responsable del equipo proyecto de la Agence Française de Développement (AFD). “Tienen una amplia capacidad de intervención para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, promoviendo nuevas políticas de movilidad, de gestión de residuos y de abastecimiento en agua”, agregó.

Biodiversidad, calefacción urbana, alumbrado público, transportes, movilización de los actores a nivel mundial: presentamos 5 ciudades pioneras en la lucha contra el cambio climático.

 

 

1. EN CURITIBA (BRASIL), PARQUES NATURALES PROTEGIDOS EN PLENA CIUDAD

Photo 1
© Zuleika de Souza / AFD

 

La capital del Estado brasileño de Paraná que fue considerada durante mucho tiempo como una ciudad modelo en América Latina y, en la década de 1940 fue objeto de estudio por parte del arquitecto francés Alfred Agache, tuvo que enfrentar nuevos desafíos hace algunos años.

Uno de ellos consistía en preservar la biodiversidad, y al mismo tiempo la imagen de “ciudad verde” de Brasil, de esta metrópoli que proseguía con su extensión hacia el Sur de manera inexorable, amenazando al río Barigui y a la fauna local.

Con el apoyo de la AFD, Curitiba va a renovar las riberas del río y crear cuatro nuevos parques, pero también irá conectando todos sus parques por medio de un solo corredor ecológico que rodeará a la ciudad. Esas áreas verdes van a favorecer la preservación de la flora local, a propiciar un aumento de la superficie dedicada a la biodiversidad en el centro de la ciudad y a solucionar la erosión de los suelos y los riesgos de inundación que se generan. Con este proyecto muy pronto se podrá probar, si así fuera necesario, que el desarrollo urbano no es incompatible con la protección de la biodiversidad.

 

2. EN JINZHONG (CHINA), UN SISTEMA DE CALEFACCIÓN QUE ES UN MODELO DE EFICIENCIA ENERGÉTICA 

photo 2
© Jens Schott Knudsen / Flickr

 

Con sólo considerar la calefacción de los edificios se advierte el amplio margen del que dispone China para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero: el carbón sigue siendo la principal fuente de energía y el sistema de calefacción vetusto genera pérdidas energéticas colosales.

La ciudad de Jinzhong ha enfrentado el problema con determinación. Desde 2010, alrededor de 700 pequeñas calderas han sido sustituidas por un sistema mucho más eficiente, de 98 kilómetros de largo, alimentado por una nueva central de carbón de cogeneración (electricidad + calor) de 2 x 300 megawatts.

Los beneficios han sido inmediatos, a nivel climático como para los habitantes de Jinzhong. La sustitución de calderas de antigua generación permitió un ahorro anual en emisiones de gases de efecto invernadero de 400 000 toneladas (en equivalente CO2), de 4 000 toneladas de hollín y de 1 300 toneladas de dióxido de azufre (SO2, un gas contaminante que la Organización Mundial de la Salud tiene en la mira). Ese proyecto se utiliza hoy en China como una referencia para impulsar cambios en el sector de la calefacción urbana y evitar el calentamiento planetario.

 

3. En Jodhpur (India), ahorro de energía con luces LED

photo 3
© Yashas Chandra / AFD

 

Debido al crecimiento económico y a una rápida urbanización, el consumo energético aumenta fuertemente en la India. A tal grado que hoy es el tercer consumidor mundial de energía, detrás de China y de los Estados Unidos. Problema: sus necesidades podrían duplicarse de aquí a 2035, y su mezcla energética todavía incluye un alto porcentaje de carbón.

Para cambiar esa situación, en el 2010 el gobierno fijó metas para desarrollar energías limpias y ahorrar energía en los sectores industrial y agrícola, en infraestructuras y edificios públicos.

Una ciudad se ha convertido en el emblema de esta transición: Jodhpur y sus 1.1 millones de habitantes, en el estado indio de Rayastán. La llamada “ciudad azul” está cobrando tintes verdes desde 2015 cuando empezó a sustituir los focos tradicionales de su equipamiento de alumbrado urbano por 45 000 focos LED que ofrecen una mayor luminosidad y un menor gasto energético. Los beneficios medioambientales ya son evidentes: el consumo de alumbrado público en Jodhpur se ha reducido de 55%, y sus emisiones de gases de efecto invernadero disminuyeron de 16 000 toneladas al año.

Este cambio también es benéfico para los habitantes: los faroles funcionan mejor, la seguridad vial y la seguridad para las mujeres en el espacio público han mejorado.
Antes, el alumbrado se apagaba continuamente. Ahora, nos podemos sentar al aire libre todas las noches y quedarnos a platicar y a tomar té”, comenta una habitante.      

 

4. En Santo Domingo (República Dominicana), un autobús fluvial se conecta con el metro

Photo 4
© Franck Galbrun / AFD

 

Detrás de su imagen de tarjeta postal, la capital de la República Dominicana tiene problemas de equipamiento y de infraestructuras de transporte. Su auge demográfico (la ciudad cuenta con 3 millones de habitantes) y su extensión urbana han generado la emergencia de barrios pobres con limitados transportes públicos.

Decidida a cambiar la situación, Santo Domingo lanzó hace algunos años un ambicioso programa de reorganización de sus transportes en el sector este de la ciudad, que recibió apoyo de la AFD mediante un préstamo de 210 millones de dólares (182 millones de euros).

De esta manera, la ciudad creó el “Acuabus”, un transporte fluvial que conecta con el metro y atraviesa varios barrios enclavados, así como una línea piloto de teleférico de 5 kilómetros de largo que une a los barrios periféricos del norte con el centro de la ciudad, anteriormente distanciados por el río Ozama. Al mismo tiempo, la ciudad prolongó de 4 kilómetros la línea 2 de su metro.

Una política que ya está dando frutos. Además de desenclavar a los barrios precarios y consolidar la reputación turística de Santo Domingo, las emisiones de gases de efecto invernadero han disminuido desde la llegada de estos nuevos modos de transporte menos contaminantes.


Leer también: En República Dominicana, lanzamiento del primer teleférico urbano del Caribe


 

 

5. EN BUENOS AIRES (ARGENTINA), LA ACCIÓN CLIMÁTICA DE LAS CIUDADES

Photo 5
© David Stanley / Flickr

 

Capital de un país de 44 millones de habitantes, Buenos Aires no se salva de enfrentar el reto planteado por la crisis ecológica mundial a todas las metrópolis. La ciudad ya emprendió una dinámica positiva desde hace varios años. Prueba de ello es la meta que se ha fijado de llegar a ser carbono neutral en 2050, así como el apoyo que brinda a proyectos para la instalación de paneles solares en los techos de edificios públicos, a la ampliación de su red de metro y a la construcción de 210 kilómetros de ciclovías.

Buenos Aires pretende ir aún más lejos e influir a nivel internacional. En diciembre de 2017, en la Cumbre One Planet de París, lanzó una nueva iniciativa: la Urban 20, también conocida como U20, una cumbre que reúne a las ciudades más importantes de los países del G20 con el objetivo de valorar los principales desafíos de las ciudades -y en especial el que plantea el cambio climático- para enviar un mensaje fuerte a la próxima cumbre de Jefes de Estado de las 20 potencias mundiales.

El primer Urban 20 se llevará a cabo los días 29 y 30 de octubre en Buenos Aires. Ya confirmaron su participación 24 grandes ciudades. Lo cual muestra la disponibilidad de muchas otras ciudades para emprender acciones climáticas.


Leer también: : 

Siete pruebas de que la ayuda al desarrollo es esencial para el medioambiente