¿Qué se oculta tras la expresión “clase media”? En todo el mundo, y en especial en los países en desarrollo, es difícil determinar lo que es la clase media. El proyecto de investigación « Implications de l’essor des classes moyennes sur l’évolution des politiques publiques dans les pays émergents et en développement » (Repercusiones del crecimiento de las clases medias en la evolución de las políticas públicas en los países emergentes y en desarrollo), que lleva a cabo la Agence française de développement (AFD), en colaboración con la Universidad de Bordeaux (Gretha) y con Sciences Po Bordeaux (Laboratorio Les Afriques dans le Monde-Áfricas en el mundo), tiene por objetivo estudiar a las clases medias de cuatro países en desarrollo.
Si Brasil, Costa de Marfil, Turquía y Vietnam difieren en su nivel y en su trayectoria de desarrollo, coinciden en su crecimiento económico, de una importancia tal que ha permitido la emergencia de la clase media. El estudio realizado en estos cuatro países se centra en las características de sus clases medias, en sus comportamientos, sus aspiraciones y sus expectativas. Además de observar la influencia que tiene la emergencia de este nuevo grupo social en las políticas públicas de los países estudiados. Las conclusiones del estudio permiten contrarrestar cuatro ideas preconcebidas y muy difundidas sobre esta categoría poblacional mal definida:
- LA CLASE MEDIA, ES LA MISMA EN TODOS LADOS: FALSO
Primera enseñanza del estudio: es difícil definir un marco común a todos los países para las clases medias en términos de ingresos, y en especial en los cuatro países estudiados, dadas sus diferencias en el nivel de desarrollo económico.
Si se ha podido unificar la definición del tope de ingresos, no se ha logrado lo mismo para el mínimo ya que “no pobre” corresponde a realidades claramente distintas en esos cuatro países.
No obstante, se deduce que la clase media corresponde a una parte importante de los hogares en Turquía (75.4 por ciento), en Vietnam (72.5 por ciento) y en Brasil (61.4 por ciento). En cambio, el poco peso de la clase media (en relación con el ingreso) en Costa de Marfil (62.5 por ciento) sugiere una excepción marfileña, que probablemente se pueda generalizar al continente africano.
Por otra parte, la noción de clase media que propagan los actores del desarrollo económico se basa fundamentalmente en una transposición de las experiencias históricas de las sociedades occidentales cuando, en realidad, la emergencia de las clases medias corresponde a un proceso histórico, específico de cada sociedad, que conduce a distintos tipos de clases medias.
- EN CAMBIO, AL INTERIOR DE UN MISMO PAÍS, ES LO MISMO… FALSO TAMBIÉN
No sólo hay heterogeneidad entre las clases medias de los diferentes países en desarrollo, también la hay dentro de la clase media de cada país. Los subgrupos que las constituyen no forman un grupo coherente en torno a determinada conciencia social o política.
La «clase media» está antes que nada constituida por personas de diferentes medios sociales, que se diferencian y se dividen por sus respectivos niveles y tipos de ingresos, modos de vida, formas de actividad, relaciones intergeneracionales, representaciones sociales y afinidades. El estudio encabezado por la AFD cuestiona todo planteamiento que catalogue a la gente de clase media como tal simplemente por ser personas con una posición “central”.
Suponer que debido a esa situación esos grupos se erigen automáticamente en defensores de la modernidad universal, de la democracia y de la justicia social resulta una hipótesis todavía más cuestionable.
Además, el estudio comparativo destaca la gran heterogeneidad que existe en el interior de cada clase media nacional, en especial en términos de estatuto laboral, de nivel educativo y de ingresos. Cada conjunto nacional se caracteriza por la existencia de cuatro a seis grupos específicos que se explican por la historia propia de cada sociedad.
De esta manera, los grupos de agricultores-plantadores en Costa de Marfil, de los jubilados en Brasil, de los empresarios anatolios en Turquía o de los agricultores especializados del Mekong en Vietnam no tienen equivalente en los demás países.
En esos grupos se pueden mezclar los rurales con los urbanos, la gente de cultura moderna y occidentalizada con poblaciones más conservadoras, gente del mundo oficial y del informal, los casi-pobre con poblaciones algo acomodadas y con los casi ricos.
- NO OBSTANTE, EXISTEN PUNTOS COMUNES ENTRE LAS CLASES MEDIAS DE TODO EL MUNDO: CIERTO
El análisis comparativo de los cuatro países seleccionados permitió identificar varios comportamientos y aspiraciones comunes a esas categorías intermedias.
A pesar de considerables diferencias de ingresos, las clases medias corresponden efectivamente a determinadas clases de consumo o de consumidores, lo cual se traduce por gastos de consumo elevados y poblaciones que se desplazan, invierten en la educación, la vivienda y la salud.
La relativa satisfacción de sus necesidades inmediatas genera aspiraciones personales y familiares vinculadas, en todos lados, a una valorización del esfuerzo individual. Lo cual conduce a efectuar gastos elevados para la educación y la capacitación de los jóvenes, a tener estrategias para la diversificación de ingresos -inversiones en terrenos y bienes inmuebles- pero también en una voluntad de mejorar la vivienda.
Otra característica: la fuerte tasa de endeudamiento de los hogares de la clase media, en particular en Brasil y en Turquía. En paralelo, las trayectorias personales de los miembros de la clase media se caracterizan por una tendencia individualista.
- LAS CLASES MEDIAS TIENEN RELACIONES SERENAS CON EL ESTADO: CIERTO Y FALSO
Las diferentes clases medias nacionales mantienen relaciones ambiguas y complejas con el Estado, con el poder y con las políticas públicas. Algo que se observa en los países emergentes pero también en los industrializados, como lo ha probado el movimiento de los Chalecos Amarillos en Francia.
En lo que se refiere a los cuatro países estudiados, la fuerte heterogeneidad socioeconómica de las clases medias en cada una de esas naciones limita su capacidad de organización colectiva y de influencia política.
Por otra parte, aunque existen políticas sectoriales que se focalizan sobre ciertos aspectos de la clase media, este estudio comprueba la ausencia de políticas oficiales para promover a la clase media como grupo social.
Tal parece que el poder no quiere promover una clase media sino fomentar la emergencia de una diversidad de grupos en situación de apoyarlo… aunque sin demasiados vínculos entre sí como para unirse en su contra. Esas situaciones altamente heterogéneas conducen a relaciones complejas y lejos de esa colusión entre clases medias y poder democrático que por lo general se tiende a imaginar.
FOCO: EN EL CENTRO DEL DEBATE
Las clases medias fueron tema de debate durante la 13ª conferencia internacional de la AFD, “Desigualdades y vínculo social”, organizada el pasado 7 de diciembre en París.
No se puede hablar de desigualdades sin evocar a las clases medias. Durante la conferencia de alto nivel que se llevó a cabo en el Instituto del Mundo Árabe, organizada por la AFD con el respaldo de la Unión Europea, el ex presidente del Consejo Económico, Social y Medioambiental del reino de Marruecos, Nizar Baraka, llamó la atención sobre la “exasperación de las poblaciones” ante el riesgo de “desclasificación social de las clases medias”.
Ese sentimiento « se traduce por la convicción de que los gobernantes son incapaces de hacer frente a la reducción de desigualdades”. Y confirma el sentimiento de desconfianza que tienen las clases medias hacia los gobernantes.
“Las clases medias significan empleos estables, un marco reglamentario, trabajo en el sector formal y profesiones estables”, resume por su parte Murray Leibbrandt, subrector adjunto encargado del departamento Pobreza y Desigualdades de la Universidad del Cabo, en Sudáfrica.
Ahora bien, en Sudáfrica como en otros países, “ese sector del mercado laboral formal y reglamentado se ve amenazado por la precariedad generalizada”, explica el investigador. Murray Leibbrand destaca otro factor de stress para las clases medias: “La demanda de servicios aumenta, y con ello la necesidad por parte de aquellos que se encuentran en la cumbre de la pirámide social de oficios con buenos conocimientos como la informática, en detrimento de otros."
Gisela Nauk, especialista de temas sociales en la Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia Occidental, hizo la misma advertencia: “Cuidado con las carreras profesionales fragmentadas que se han generalizado en las clases medias. Es necesario reformar los sistemas sociales para adaptarlos a la precariedad del mercado laboral”. A falta de ello, la “clase media” podría descender en la escala social de algunos peldaños.