Si las llaves todavía se utilizaran, se las hubiéramos cedido con gusto. Sin embargo, para entrar a los espacios comunes y recién renovados de nuestros locales, ubicados en el distrito 12 de la capital francesa, los socios de la AFD utilizarán gafetes. De igual manera, serán bienvenidos en las 85 agencias de la AFD en todo el mundo.
Bancos de desarrollo amigos -especialmente los que forman parte de la red IDFC-, Banco Mundial, ONG y asociaciones, grandes empresas o start-up: desde la inauguración del pasado 10 de enero, en presencia del ministro de Europa y de Relaciones Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian, todos esos actores mayores del desarrollo se sienten como en casa en estos espacios de coworking situados en el número 5 de la calle Roland Barthes, lugar en el que también pueden convivir con los empleados de la AFD.
“Voy a venir con mi hija de 11 años que se interesa mucho en el arte”, comentó Refik Akinci, del Banco de Desarrollo turco TSKB, mientras admiraba las obras de poesía realista de la exposición « Kinshasa : l’art s’invente dans la rue » (Kinshasa: el arte se crea en la calle). Una injerencia del arte en el corazón de la Agence Française de Développement que ha sido muy apreciada, y que se tiene previsto continuar con exposiciones regulares de artistas originarios de los países en los que interviene la AFD.
“El arte es un vector formidable para construir y comunicar nuestra visión común del mundo”, explicó el Director General de la AFD, Rémy Rioux. “Llega a la calle porque se crea en el terreno, con todos”, agregó.
“Abrir los locales de la AFD a sus socios es símbolo de la necesidad que tienen los actores del desarrollo de trabajar juntos”, señaló Tomoharu Otake, representante en Francia de la JICA, el banco de desarrollo japonés. Antes de preguntar en tono divertido, “¿Y el comedor, también lo vamos a compartir?”
Otro lugar llamó la atención de Samir Abdelkrim, empresario y fundador de Emerging Valley, socio de la AFD en el programa Social and Inclusive Business Camp: “¿Es cierto que hay un espacio de coworking? ¡Me interesa!”, dijo entusiasmado el autor de “Startup Lions, au cœur de l'Afrique Tech” (Starpup Lions, en el corazón de la African tech), basado entre Aix-en-Provence y Marsella, en el sur de Francia. “En su calidad de plataforma del desarrollo, la AFD es pionera y motor de este nuevo enfoque de la cooperación entre todos los actores del sector”, aseguró Samir Abdelkrim.
“Abrir sus puertas a sus socios es una buena manera de innovar, y es exactamente lo que la AFD nos permite hacer todos los días”, opinó por su parte Yves Altazin, director de la asociación Frères des Hommes. “Nuestra colaboración nos da la posibilidad de inventar nuevas prácticas y experimentarlas a largo plazo, un privilegio poco común”, destacó.
“La iniciativa de la AFD para dar acceso a su sede a todos sus socios corresponde a nuestra manera de colaborar, positiva, atenta, abierta y en confianza”, indicó Yolaine Guérif, responsable del polo Calidad de la Asociación Agricultores Franceses y Desarrollo Internacional (AFDI). “Hoy, con nuestra presencia aquí, también están presentes los 800 mil agricultores africanos a los que nuestra organización respalda con la ayuda de la AFD”. Tal parece que habrá que ampliar los locales muy pronto.
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