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Planta fotovoltaica en Bolivia
Con una altitud de 3730 metros, la planta fotovoltaica constituye la primera etapa del plan boliviano de transición energética hacia un modelo de bajo carbono.

El 19 de septiembre de 2019 se inauguró la primera fase de la planta fotovoltaica de Oruro, la planta solar más grande de Bolivia (100 MW, en dos fases) y la que se sitúa a mayor altitud en el mundo (3730 metros). Es la primera etapa del vasto plan de transición energética por medio del cual el gobierno boliviano tiene la ambición de cambiar su actual modelo de producción de electricidad, en el que las dos terceras partes provienen de la energía térmica generada a partir de diésel y de gas, por un modelo de bajo carbono, de manera a cumplir con los compromisos contraídos en el contexto de la COP21. 

De aquí a 2025, el gobierno boliviano tiene previsto cambiar por completo la composición de su mezcla energética a favor de las energías renovables. Por ahora, la biomasa, la energía eólica y la energía solar representan alrededor de 1 por ciento de la producción total, y la energía hidroeléctrica 29 por ciento.

La planta de Oruro participa en esta necesaria diversificación y contribuye, a su nivel, al desarrollo económico sostenible y de bajo carbono de Bolivia. En efecto, la electricidad generada por la planta solar e inyectada al conjunto de la red nacional de electricidad en su primera fase (50 MW) permitirá producir energía más limpia y reducir las emisiones de GEI de aproximadamente 61 900 toneladas de CO2/año.

El proyecto de esta planta representa un monto total de 86 millones de euros. El 70 por ciento fue financiado por la AFD (préstamo de 60 millones de euros), el 10 por ciento por la Unión Europea (subvención LAIF de 8.5 millones de euros) y el 20 por ciento por el Banco Central de Bolivia (préstamo de 17.5  millones de euros).

Después de haber participado en el financiamiento de la planta solar de Oruro, primer proyecto que el grupo financia en Bolivia, la AFD contribuye ahora a la transición energética del país a través de otros dos proyectos: un programa de apoyo a las energías renovables (contribución al financiamiento de los parques eólicos de Warnes II con una capacidad de 21 MW y de La Ventolera con una capacidad de 24 MW) y un préstamo de política pública sectorial en materia energética para ayudar a la transición energética de Bolivia. 

La inauguración de la planta se llevó a cabo en presencia del vicepresidente Álvaro García Linera, del ministro de Energía Rafael Alarcón, del ministro de Medio Ambiente y Agua, Carlos Ortuño, del presidente de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE), Joaquín Rodríguez, del primer consejero de la embajada de Francia, Dietmar Petrausch y de los jefes de proyecto de la AFD Dorothée Deckert y Gustavo Zárate.


El contenido de esta publicación es de exclusiva responsabilidad de la AFD y no representa necesariamente las opiniones de la Unión Europea.