Fue una de las promesas del presidente francés, Emmanuel Macron, durante la segunda cumbre One Planet que se llevó a cabo en Nueva York, en septiembre de 2018: Poner en práctica el Acuerdo de París empezando por acelerar localmente la reorientación de los flujos de inversión hacia un desarrollo de bajo carbono y resiliente al cambio climático. En efecto, resulta crucial motivar a las instituciones financieras locales a orientar sus prácticas de financiamiento hacia la lucha contra el cambio climático.
Un mes después, la AFD inició el programa “Transformar los sistemas financieros en beneficio del clima”, que materializa este compromiso. Con más de 750 millones de dólares estadounidenses de presupuesto -de los cuales 280 millones corresponden a una contribución del Fondo Verde del Clima-, está destinado a las instituciones financieras locales (bancos comerciales, bancos públicos, instituciones de microfinanzas) de 17 países, entre los que se cuentan Ecuador y 16 africanos (Benín, Burkina Faso, Camerún, Costa de Marfil, Egipto, Kenia, Madagascar, Mauricio, Marruecos, Namibia, Nigeria, Senegal, Sudáfrica, Tanzania, Togo y Uganda).