La energía, motor del desarrollo

La transición energética ya está en marcha en los países en desarrollo como en los países desarrollados. Sustentada por la evolución tecnológica, se enfoca en el acceso universal a servicios energéticos descarbonizados y resilientes. Esta transición también es una oportunidad económica, social y medioambiental para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y resulta imprescindible para cumplir con los que ha fijado el Acuerdo de París sobre temas climáticos.

Llevar a cabo una transición energética de manera masiva implica profundas mutaciones, no sólo tecnológicas sino también sociales: más allá de la mera cuestión eléctrica, tiene que ver con la industria, la construcción, la movilidad, el urbanismo, la agricultura, nuestros modos de consumo, nuestras actividades recreativas. El reto consiste en operar cambios de gran escala en los sistemas de consumo y de producción energéticos y, al mismo tiempo, facilitar el acceso a servicios energéticos fiables a más de mil millones de personas.

Para atender mejor esos desafíos y las demandas de sus países de intervención, el Grupo AFD adopta una estrategia que encamina su acción por la vía de la transición energética acelerada. El folleto descargable resume esta estrategia.