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Océano: cómo actúa la AFD en todo el mundo
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Con más de 4000 millones de euros invertidos en beneficio de los océanos desde 2020, la AFD pretende conciliar la preservación de su buen estado ecológico y sus múltiples usos por parte de la humanidad.
El océano, esencial para el desarrollo, la alimentación, el empleo y la economía de muchos países, se ve fragilizado por el aumento de la presión humana: pesca y acuicultura insostenibles, contaminación generada por el vertido de aguas residuales o residuos plásticos, tráfico marítimo, explotación minera de los fondos marinos...
Al absorber una parte importante del CO2 presente en la atmósfera, el océano también es un elemento esencial del sistema climático mundial. Algunos ecosistemas marinos y costeros constituyen, además, soluciones naturales eficaces para adaptarse a los efectos del cambio climático, pero, lamentablemente, en muchos casos ya se encuentran degradados. Por ello, la AFD y sus socios se han fijado como misión reconciliar la protección del océano con los diversos usos que le da la humanidad. Para lograrlo, implementan enfoques diferenciados, adaptados a las especificidades locales, prestando especial atención a las poblaciones más vulnerables e integrando de manera sistemática los desafíos relacionados con el género, el clima y la biodiversidad. Vuelta al mundo de la diversidad de estas formas de acción.