El mecanismo desarrollo sostenible

El mecanismo de desarrollo sostenible que se aprobó en 2014 corresponde al enfoque de responsabilidad social de la AFD. Desde un principio, este innovador mecanismo se elaboró para ser evolutivo con un enfoque de constante mejoramiento de las prácticas, en relación con la evolución de los retos mundiales (adopción de los Objetivos de desarrollo sostenible, incremento de las desigualdades, rápido derrumbe de la biodiversidad) y del marco estratégico del grupo AFD. Desde que se adoptó, el mecanismo ha sido objeto de dos revisiones metodológicas, en 2018 y 2022. 

El mecanismo de desarrollo sostenible constituye una herramienta de diálogo en el proceso de evaluación de los financiamientos de la AFD. Tiene por objetivo suscitar un cuestionamiento y favorecer una integración, lo más anticipadamente posible, de los impactos de los proyectos sobre el desarrollo sostenible. Con ello, se favorece el diálogo con los socios acerca de los efectos previstos por los proyectos que promueven.

Todos los proyectos financiados por la AFD son objeto de un análisis de desarrollo sostenible. A través de seis dimensiones transversales (biodiversidad, clima, vínculo social, género, gobernanza y economía), el análisis cubre los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

El mecanismo incluye:

• Un análisis de los impactos previstos por cada proyecto sobre cada una de las seis dimensiones del desarrollo sostenible realizado por los equipos encargados de la evaluación de los financiamientos. Los cuesionamientos están destinados a alimentar la reflexión sobre los impactos potenciales del proyecto y los medios para mejorarlos al plantearse la siguiente pregunta de manera sistemática: ¿hasta qué punto se adapta mejor el proyecto, en su contexto, a los retos del desarrollo sostenible?
• Un “dictamen desarrollo sostenible” emitido por una estructura independiente de las direcciones operativas, para ayudar a las instancias de la AFD a tomar su decisión. El equipo “dictamen desarrollo sostenible” está presente en los momentos clave del ciclo de evaluación: con cuestionamientos desde el comité de identificación y con un dictamen independiente formal al momento de la decisión de financiamiento. Este dictamen consultativo, que puede ser favorable, favorable con recomendaciones, reservado o negativo, se emite en todas las operaciones de la AFD con excepción de las ayudas presupuestarias globales, las operaciones de montos reducidos (menos de 1.5 millones de euros en subvención y menos de 5 millones de euros en préstamo), las garantías, los proyectos financiados a través de los sectores ONG (Fisong) y entidades territoriales locales (Ficol) de la AFD.

Estas matrices sirven de referencia para cuestionar de manera sistemática los impactos de un proyecto. Representan un apoyo para emprender el diálogo en torno a los retos de desarrollo sostenible del proyecto, tanto con los socios como a nivel interno de la AFD. Se aplican a todos los sectores y todos los tipos de proyectos y financiamientos. Permiten identificar los apoyos para favorecer los proyectos transformacionales que mejor corresponden a los retos de desarrollo sostenible, pero también de aplicar un enfoque “no perjudicar” con el fin de que ningún proyecto de la AFD perjudique al desarrollo sostenible (papel de “vigía del desarrollo sostenible”).

La metodología de análisis depende de un enfoque cualitativo basado en el examen de la lógica de intervención y de los indicadores de seguimiento/evaluación del proyecto tal y como se transcribieron al marco lógico. Los proyectos se califican en función de una graduación que va del -2 “impactos negativos significativos” al +3 “impactos positivos estructurantes” sobre la totalidad de las seis dimensiones.

Los análisis y los dictámenes se utilizan para ejercicios de aprovechamiento interno con fines de aprendizaje. Ese aprovechamiento permite pasar revista a los principales retos de desarrollo sostenible a nivel de un sector o de una región y, de esa manera, pensar en soluciones que correspondan mejor a los retos locales del desarrollo sostenible.

Esta dinámica de aprendizaje continuo también se efectúa a través de formaciones sobre desarrollo sostenible. Se proponen a los agentes de la AFD y les permiten mejorar su conocimiento sobre los elementos fundamentales del enfoque responsabilidad social, así como enriquecer el diálogo con los socios.

El mecanismo desarrollo sostenible es una herramienta destinada a alimentar el diálogo con socios y cofinanciadores de la AFD acerca de los impactos de las operaciones financiadas. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que se adoptaron en 2015 constituyen una hoja de ruta para cada Estado y cada actor implicado en el desarrollo sostenible a la que pretende contribuir el análisis de desarrollo sostenible.

Actualmente, más de 200 metodologías coexisten para orientar las inversiones hacia el desarrollo sostenible. Existe una dinámica colectiva sobre el financiamiento orientado hacia objetivos climáticos. No obstante, en lo que concierne al financiamiento compatible con los Objetivos de Desarrollo Sostenible las discusiones aún se encuentran en sus inicios. Acompañar a los actores financieros, públicos como privados, a concretizar los compromisos de los ODS y del Acuerdo de París siegue siendo un desafío mayúsculo. 

El mecanismo desarrollo sostenible, en su calidad de mecanismo de análisis ex ante de los proyectos destinado a orientar dichos proyectos hacia una mayor sostenibilidad, contribuye al financiamiento sostenible. Filtro de la adecuación de la AFD con los ODS, el mecanismo desarrollo sostenible forma parte de los criterios de elegibilidad de los activos en el contexto de la emisión de bonos ODS estructurada en 2020 por la AFD. Sólo los préstamos que son considerados de impacto positivo o neutro sobre cada una de las seis dimensiones del análisis desarrollo sostenible son elegibles a un refinanciamiento a través de los bonos ODS.