“Brasil ha vuelto”. Es con esta fuerte frase que Vanessa Santos, del Ministerio de Planificación y Presupuesto de Brasil, inauguró la mesa redonda organizada el 15 de junio por la AFD y la Asociación Brasileña de Desarrollo (ABDE) para “Construir un futuro sostenible e inclusivo”. Un compromiso del gobierno presidido por Luiz Inácio “Lula” da Silva que “significa que queremos tener un papel importante en todos los temas relacionados con el clima y el desarrollo”. Una muestra más de la importancia de estos temas para el país sudamericano que se muestra ambicioso en la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados por la ONU para 2030.
En este contexto, las alianzas entre los 34 bancos públicos de desarrollo (BPD) brasileños, el sector financiero privado e instituciones financieras internacionales como la AFD son decisivas.
A lo largo de este debate, la singularidad del sistema financiero brasileño fue elogiada por Lætitia Dufay, directora regional de la AFD para Brasil y el Cono Sur: “La red brasileña tiene una notable fortaleza y riqueza con capacidad de renovarse y de afrontar desafíos y cambios multifacéticos. Es un modelo único en el mundo”.
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La reindustrialización de Brasil debe ser verde
Una ventaja en este momento en el que el país se ha puesto como meta de reindustrializarse tras una importante caída de la participación de su industria en la riqueza nacional. “Mirando los datos del PIB de la industria, hemos visto una caída del 11% en comparación con 2011. Esta es una caída muy fuerte en la industrialización y una pérdida en la diversidad tecnológica de nuestras industrias”, explicó Mauro Mattoso del Banco Nacional de Economía y Desarrollo Social (BNDES).
Para los quince líderes financieros que participaron del evento, es claro que la reindustrialización de Brasil debe ser verde, considerando sistemáticamente las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), la adaptación al cambio climático y la inclusión económica y social de las poblaciones más vulnerables.
El papel del sector financiero y los BPD es crucial para alentar a las empresas brasileñas, especialmente las del sector agrícola, a integrar mejor los ODS en sus prácticas mientras innovan. José Ricardo Sasseron, vicepresidente del Banco de Brasil, por ejemplo, precisó que la Federación Brasileña de Bancos adoptó recientemente “una medida para la trazabilidad del ganado, para que los mataderos no compren animales criados en granjas vinculadas a la deforestación”. Por su parte, Mauro Mattoso, del BNDES, anunció la creación “en un plazo de dieciocho meses de una calculadora de emisiones de GEI para la agricultura y la ganadería que permitirá desarrollar una política pública que anime a los ganaderos a producir con prácticas menos emisivas”.
En la búsqueda de alcanzar la Agenda 2030, se consideró esencial la cooperación entre los bancos públicos de desarrollo brasileños y socios internacionales como la AFD. Siendo muy importante la necesidad de fondos para financiar proyectos que contribuyan a la consecución de los ODS, el recurso de los BPD brasileños hacia una diversificación de sus recursos, apelando a donantes internacionales es fundamental. Asimismo, de estas relaciones nacen nuevos modelos colaborativos e innovadores que pueden acelerar la redirección de los flujos financieros hacia inversiones sostenibles.
AFD como financiador clave para los BPD brasileños
Durante este encuentro, varios participantes destacaron la importancia de las alianzas con la AFD, como la firma en Fortaleza en junio de 2023 de un contrato de préstamo de 150 millones de euros entre el Banco do Nordeste y la AFD para la financiación de infraestructuras sostenibles. “Una primicia en la historia de la AFD en Brasil”, dijo Marie-Hélène Loison, directora ejecutiva adjunta de la AFD.
Este acuerdo está en línea con la asociación entre AFD y ABDE (Asociación Brasileña de Desarrollo). Desde 2022, la AFD acompaña a ABDE en el proceso de integración de los ODS en las estrategias de los bancos públicos.
Otro ejemplo fue recordado por Edmilson Gama, director financiero del Banco de Desarrollo de Minas Gerais (BDMG). Como parte del ODS 3 “buena salud y bienestar”, el BDMG participó en el financiamiento de infraestructura de salud en municipios del estado de Minas Gerais, beneficiando directamente a 52.000 personas. Proyectos financiados en parte gracias a una línea de crédito otorgada por la AFD durante la pandemia del Covid-19. “Necesitábamos fondos. La AFD tuvo la sensibilidad de apoyarnos en un momento de incertidumbre, lo agradecemos profundamente”.
Los inicios de la cuarta cumbre FiCS en septiembre
Es necesario un acuerdo útil para alcanzar los 17 ODS en 2030 porque los desafíos a cumplir son bastantes. Con el fin de agilizar el desarrollo y la implementación de proyectos, los participantes identificaron dos posibles áreas de mejora. Por un lado, ayudar a las autoridades locales a formular mejor sus proyectos de inversión, particularmente en sectores complejos como el del agua y saneamiento; por otro lado, trabajar hacia una taxonomía de inversiones sostenibles que construya consensos para facilitar la firma de acuerdos entre socios locales, nacionales e internacionales.
Estas discusiones seguramente alimentarán los debates de la cuarta cumbre de la iniciativa Finanzas en Común (IV FiCS), que se realizará del 4 al 6 de septiembre de 2023 en Cartagena, Colombia. Los encuentros de esta plataforma global lanzada en 2020 para promover el desarrollo verde, sostenible e inclusivo se organizarán por primera vez en América Latina. “Una cumbre FiCS sin la presencia masiva de los BPD brasileños no tendría sentido. El sistema financiero brasileño debe hacer oír su voz en este foro y demostrar internacionalmente su colosal poder para impulsar el desarrollo sostenible”, recordó Marie-Hélène Loison. Y confirmar nuevamente que Brasil está de vuelta en la escena internacional.