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Biodiversidad: ¿qué son las soluciones basadas en la naturaleza?
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Alimentación, salud, lucha contra el cambio climático… Son muchos los desafíos sociales para los que la naturaleza aporta soluciones eficaces, poco costosas y duraderas. La Agence française de développement presta una atención especial a este aspecto en los proyectos que apoya.
El Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal adoptado en el 2022 confirmó su rol clave frente a los desafíos planetarios actuales: las soluciones basadas en la naturaleza deben, ni más ni menos, permitir: «restaurar, mantener y mejorar las contribuciones de la naturaleza a las personas, entre ellas las funciones y los servicios de los ecosistemas, tales como la regulación del aire, el agua y el clima, la salud de los suelos, la polinización y la reducción del riesgo de enfermedades, así como la protección frente a peligros y desastres naturales».
¿Soluciones milagrosas? Desde hace 4 500 millones de años, nuestro planeta ha logrado un equilibrio dinámico y resiliente, que constituye un vivero de soluciones y una fuente de innovaciones notables… por ejemplo, los manglares : estos ecosistemas costeros permiten a la vez almacenar grandes cantidades de CO2, ofrecer un hábitat y recursos a numerosas especies, frenar la erosión del litoral y reducir los riesgos relacionados con los tsunamis.
A pesar de eso, estas soluciones siguen estando poco utilizadas. ¿Por qué razones? Reglamentaciones y normas poco incitativas, falta de competencias y de conocimientos sobre el tema, soluciones percibidas como más arriesgadas que las infraestructuras «grises», o incluso la falta de financiamiento.
Pero ante problemas críticos como el cambio climático, el declive de la biodiversidad, el acceso al agua potable, las epidemias o la subalimentación, la naturaleza es nuestra mejor aliada. Podría aportar más de un tercio de la mitigación climática necesaria de aquí al 2030 para tener dos probabilidades de cada tres de mantener el calentamiento global por debajo de 2 °C.
«Una alternativa menos costosa a largo plazo»
«La implementación de estas soluciones flexibles y adaptables también permite evitar los impactos en los medios naturales relacionados con las infraestructuras de ingeniería clásica e intervenir adaptando las acciones realizadas a las incertidumbres climáticas. Además, aportan un beneficio para la biodiversidad, al integrar este objetivo en la concepción y la puesta en marcha de estas acciones. Sin olvidar que las soluciones basadas en la naturaleza representan una alternativa que suele ser menos costosa a largo plazo» explica Pauline Teillac-Deschamps, responsable del equipo de proyecto de biodiversidad en la AFD. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) cifra así en 170 000 millones de dólares el beneficio generado por los ecosistemas para luchar contra el desajuste climático.
El concepto lo empezó a promover en el 2009 la UICN en la COP15 sobre el clima de Copenhague (Dinamarca), con el objetivo de integrar mejor la preservación de los ecosistemas en la agenda climática. Su difusión se fue realizando en función de las numerosas experimentaciones desarrolladas en el ámbito de la reforestación, del desarrollo urbano sostenible o de la restauración de los ecosistemas costeros (dunas, lagunas, arrecifes de coral, manglares) que, una tras otra, fueron demostrando el interés de estas soluciones.
La AFD apoya desde hace mucho tiempo las soluciones basadas en la naturaleza
La AFD promueve las soluciones basadas en la naturaleza desde hace muchos años, pero su integración en los proyectos se desarrolló sobre todo a partir del 2021, con el compromiso de hacer converger los desafíos climáticos y de biodiversidad. Entre otras cosas, aportó su apoyo financiero a la UICN, a través de la colaboración entre Francia y la UICN, para la creación de su estándar mundial. Dicho estándar aporta un marco de comprensión común que permite a los desarrolladores de proyectos y a los inversores concebir e identificar más fácilmente los proyectos de calidad que desplieguen estas soluciones, y también permite armonizar las prácticas.
«En línea con las orientaciones del Marco Mundial de Biodiversidad, la AFD pretende integrar mejor estas soluciones en el conjunto de sus sectores de intervención estudiando de manera sistemática la oportunidad de movilizarlas durante los estudios de factibilidad de los proyectos apoyados», indica Pauline Poutrain, experta en clima y biodiversidad en la AFD.
En la región de Pout , en Senegal, gracias a un financiamiento de 6 millones de euros del Grupo AFD, se están desplegando actualmente soluciones basadas en la naturaleza para mejorar la recarga de las aguas subterráneas: establecimiento de setos cortavientos que permiten preservar la humedad de los suelos agrícolas, desarrollo de prácticas agroecológicas y restauración de la vegetación que bordea las corrientes de agua.
Movilizar al sector privado
Para potenciar este tipo de proyecto, la AFD también se asoció en el 2024 con la iniciativa Nature Solutions Finance Hub del Banco Asiático de Desarrollo. «Esta iniciativa permitirá mutualizar los esfuerzos para hacer emerger proyectos con fuertes impactos en Asia y en el Pacífico, desarrollando mecanismos de financiamientos innovadores que movilicen al sector privado y compartiendo las buenas prácticas y lecciones aprendidas entre socios del Hub y los gobiernos», destaca Pauline Poutrain.
La AFD también dedica esfuerzos de investigación a través de su programa para una economía pronaturaleza Ecopronat . Entre los temas abordados están la restauración y la gestión de los humedales en Uganda, el despliegue de proyectos urbanos basados en casos de Ruanda y de Etiopía, así como la ampliación de proyectos en América Latina.