Agricultura y desarrollo rural

La seguridad alimentaria y nutricional de una población depende principalmente de la manera en la que se manejan y se transforman los productos agrícolas. Por esa razón el grupo AFD brinda apoyo a los agricultores para mejorar la gestión de su producción y fortalecer la sostenibilidad económica de los sectores locales.

En Costa de Marfil, por ejemplo, financiamos un proyecto destinado a rehabilitar infraestructuras y caminos agrícolas. Los productores marfileños y sus organizaciones reciben asesoría en materia de gestión y tienen acceso a herramientas innovadoras para la conservación de los recursos naturales. En Laos, la promoción de una agricultura adaptada a los imperativos nutricionales y el fortalecimiento de las capacidades de las autoridades nacionales y locales tienen un impacto positivo en los ingresos de 400 pueblos y contribuyen a asegurar la seguridad alimentaria de los habitantes.

Además, coadyuvamos a la gobernanza regional de los recursos y del ordenamiento territorial. En el espacio de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CÉDÉAO), un proyecto agrícola de lucha contra la inseguridad alimentaria combate los factores estructurales que la propician. 

De igual manera, fortalecemos la gestión de la trashumancia y aseguramos los recursos pastorales, por ejemplo en el Sahel. Este enfoque favorece la seguridad alimentaria y un ambiente de paz en los países de la CÉDÉAO.

Si la agricultura es la principal fuente de ingresos para las poblaciones de los países en desarrollo, la escasa competitividad y productividad del sector frena su crecimiento. Por ello, la AFD brinda apoyo a proyectos innovadores que repercuten de manera positiva en el atractivo de la agricultura y de la transformación agroalimentaria. Se enfocan principalmente en jóvenes y mujeres.

En Túnez, a través de tres incubadoras, respaldamos la emergencia de un nuevo modelo de desarrollo agrícola, inclusivo y adaptado al cambio climático. En Guyana, para fortalecer el atractivo del sector agrícola es necesario mejorar el acceso a los predios. También apoyamos los proyectos de formación con la finalidad de mejorar la cualificación de los jóvenes y de coadyuvar a la profesionalización del sector. 

En respaldo a la descentralización y profesionalización de las organizaciones campesinas, la AFD financia proyectos de desarrollo local para permitir la emergencia de micro y pequeñas empresas. En Georgia, un programa de asistencia técnica permite a las pequeñas explotaciones y a las cooperativas acceder con mayor facilidad al financiamiento. En Camerún, un programa se centra en introducir herramientas de política pública como los fondos para refinanciamiento de créditos, con el objetivo de coadyuvar a la emergencia de pequeñas y medianas empresas -un paso indispensable hacia la autosuficiencia.

El sector agrícola se encuentra bajo la fuerte amenaza del cambio climático y de la pérdida de biodiversidad. Con la modificación de los ciclos naturales que pautan las producciones desde hace siglos y los crecientes riesgos relacionados con desastres como sequías o inundaciones, el cambio climático pone en peligro cultivos enteros. La pérdida de cerca de 75 por ciento de la biodiversidad de cultivos que se registra desde principios del siglo XX genera una pérdida nutricional para las poblaciones.

Para reducir este impacto climático, la AFD respalda proyectos de adaptación al cambio climático destinados a las familias campesinas por medio de la atribución de financiamientos para la construcción de invernaderos o la adquisición de equipamientos que funcionen con energías renovables como es el caso en Bolivia.

También ayudamos a los agricultores a mejorar sus prácticas agrícolas y a utilizar tecnologías más amigables con el medio ambiente, en especial en Perú.