¿POR QUÉ ORGANIZAR LA CUMBRE PARA UN NUEVO PACTO FINANCIERO MUNDIAL?
Actualmente, la solidaridad financiera internacional se basa en el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), creados en 1944 a partir de los Acuerdos de Bretton Woods. Ante la emergencia de nuevos países, la evolución del equilibrio geopolítico mundial y los nuevos desafíos planteados es necesario reformar esas instituciones y cambiar los actuales mecanismos financieros.
De acuerdo con Thomas Melonio, director ejecutivo de Innovación, Estrategia e Investigación de la Agence française de développement (AFD), “es un reto generar nuevamente confianza a nivel internacional. Esta confianza ha decaído debido, principalmente, a la dificultad para alcanzar, hasta muy recientemente, los 100 000 millones de euros anuales para el financiamiento climático e importantes dudas relacionadas con la lucha contra la crisis de la COVID-19. Por otra parte, se observa una aceleración de los impactos del cambio climático, lo cual genera un riesgo de retraimiento de algunos países. Por lo tanto, es urgente reforzar las cooperaciones internacionales”.
La Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero reunirá a un centenar de jefes de Estado y de gobierno, dirigentes de bancos multilaterales de desarrollo, 120 ONG, 70 actores del sector privado, 40 organizaciones internacionales… Los debates se organizarán en seis mesas redondas que tendrán como finalidad definir las bases de un nuevo sistema financiero.
¿CUÁLES SON LOS PRINCIPALES OBJETIVOS DE LA CUMBRE?
Desde hace varios meses, cuatro grupos de trabajo discuten sobre los cuatros objetivos principales de esta cumbre:
- Reabrir un espacio presupuestario para los países que enfrentan situaciones difíciles a corto plazo, en especial los países más endeudados
El primer objetivo consiste en mejorar la oferta de las instituciones financieras internacionales, al revisar la manera de abordar las cuestiones relacionadas con la deuda y la reducción de la deuda en caso de crisis.
“En África, en particular, la deuda aumentó, al igual que las tasas de interés, precisó Thomas Melonio. “Uno de los temas prioritarios de la cumbre consiste en acompañar la acción del Club de París para poner en práctica el marco común del G20 y permitir la reducción de los intereses de la deuda principalmente en cuatro países: Chad, Zambia, Etiopía y Ghana”, destacó.
- Favorecer el desarrollo del sector privado en los países de bajo ingreso.
¿Cómo apoyar de manera óptima la creación de empresas para estimular a un sector privado que genere empleos? Este grupo de trabajo mostró interés por la movilización de diferentes recursos (financiamientos locales, instituciones públicas, fondos privados…) y el desarrollo de iniciativas que han probado su eficiencia, como la Alliance pour l'entrepreneuriat en Afrique (Alianza para el emprendimiento en África).
- Impulsar las inversiones en las infraestructuras verdes a favor de la transición energética en los países emergentes y en desarrollo
En materia de vivienda, salud, agua o transporte, el desarrollo necesita proyectos de infraestructuras. Pero esas infraestructuras ya no se pueden diseñar sin tomar en cuenta los imperativos ambientales. ¿Cómo facilitar las inversiones destinadas a infraestructuras sostenibles?
- Movilizar financiamientos innovadores para los países vulnerables al cambio climático
Existen diferentes mecanismos innovadores que pueden permitir la movilización de recursos adicionales a favor de los países vulnerables al cambio climático : los mercados de crédito de carbono, nuevos gravámenes fiscales para los beneficios de la globalización, instrumentos de deuda que integren mejor las catástrofes naturales…
Thomas Melonio precisó: “en la iniciativa Bridgetown, que formuló Mia Mottley, primera ministra de Barbados, durante la COP27, los pequeños estados insulares, los más expuestos a los fenómenos climáticos, piden una reducción automática de su deuda en caso de catástrofe natural. Entre los instrumentos innovadores que se contemplan, se pueden citar los préstamos con cláusulas climáticas: si el país concernido es afectado por un ciclón, sus anualidades se reprogramarán automáticamente para los años siguientes”.
¿EN QUÉ CONSISTEN LOS “DERECHOS ESPECIALES DE GIRO”?
Uno de los mecanismos de la solidaridad Norte-Sur es la emisión de derechos especiales de giro (DEG), activos de reserva que el FMI distribuye de manera excepcional a los bancos centrales nacionales cuando se producen importantes crisis económicas. No obstante, como esta asignación es proporcional a las cuotas de cada país en el FMI y, por lo tanto, al peso que tienen en la economía mundial, hay países como los africanos que perciben una pequeña parte ya que sus cuotas son bajas.
En 2021, Francia se comprometió a proceder a una reasignación de 100 000 millones de DEG a favor de los países africanos, que tarda en efectuarse debido a la complejidad de los procedimientos.
“Una parte de los DEG podría transitar por bancos locales de desarrollo como el Banco Africano de Desarrollo o el Banco Interamericano de Desarrollo”, señaló Thomas Melonio. “Además de un volumen de financiamiento superior, la reasignación de los DEG a través de los bancos regionales fortalecería el peso de esas instituciones, y de los países que representan, en la gobernanza mundial”, estimó.
¿PORQUÉ ES NECESARIO ABORDAR DE MANERA CONJUNTA LAS CUESTIONES RELACIONADAS CON LA LUCHA CONTRA LA POBREZA, LA DESCARBONIZACIÓN DE LA ECONOMIA Y LA PROTECCIÓN DE LA BIODIVERSIDAD?
“Algunos países temen que la lucha contra el cambio climático lleve a un abandono de la lucha contra la pobreza”, explicó Thomas Melonio. “Ahora bien, el grupo AFD tiene una posición muy clara al respecto: es necesario luchar contra el cambio climático y sus consecuencias para luchar contra la pobreza” afirmó.
La lucha contra el cambio climático y la lucha contra la pobreza son compatibles, en particular si las acciones que deberán emprenderse están bien pensadas y la reflexión se hace con anticipación, ya que las soluciones son diferentes según las emisiones, los ingresos y el grado de exposición al cambio climático de cada país.
“Actualmente, es inimaginable financiar, por ejemplo, un proyecto de desarrollo rural sin tener en cuenta las condiciones climáticas futuras. A la inversa, cuando acompañamos la transición ambiental de un país, estamos muy atentos a que ésta sea justa desde el punto de vista social”, indicó Thomas Melonio.
¿EN QUÉ PUEDE ESTA CUMBRE FACILITAR LAS NEGOCIACIONES DE LA COP28?
Ahora que se aproxima el 2025 y el término del periodo de compromiso en materia de financiamiento climático, y difícilmente se logra cumplir con el objetivo de los 100 000 millones de dólares al año, ¿qué pasará después?
Los bancos públicos de desarrollo contribuyen de manera importante al financiamiento climático (el grupo AFD contribuye cada año con 6 000 millones de euros al financiamiento climático), pero la contribución del sector privado es aún insuficiente.
Para Thomas Melonio, “es posible incrementar el financiamiento privado con apoyo de los bancos públicos, como lo prevé el Acuerdo de Paris. Si esta cumbre pone de relieve la noción de efecto palanca, de volumen de financiamiento público y de movilización del financiamiento privado, puede eliminar los obstáculos para llegar a un mayor nivel de ambición más adelante. Puede abordar los elementos necesarios para que la próxima COP sea un éxito. En ese sentido, esta cumbre es una etapa importante”.