Finanzas en Común: 6 cosas que se deben saber sobre los bancos públicos de desarrollo

publicado el 30 Septiembre 2020
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Aunque son poco conocidos por el público, los bancos públicos de desarrollo tienen una función económica clave, en especial en periodo de crisis. ¿Cuántos son? ¿Qué papel pueden desempeñar en el contexto actual? Previo a la cumbre mundial de bancos públicos de desarrollo que se llevará a cabo en Paris en noviembre de 2020, revisamos a las principales características de estas instituciones financieras que no son exactamente como las demás.

1SON MUY NUMEROSOS E INTERVIENEN A TODOS LOS NIVELES

Actualmente, existen en el mundo 450 bancos públicos de desarrollo (BPD) que, en 2018, acumularon alrededor de 11.2 trillones de dólares (US) en activos*. Estas instituciones intervienen a todos los niveles: local, nacional, continental o en el mundo entero, con propuestas de financiamientos internacionales. Algunas de estas instituciones se crearon sobre la base de criterios específicos, ya sea de índole religioso o político.

Aunque a nivel mundial su repartición es bastante equilibrada entre África (21%), América (22%), Asia (29%) y Europa (23%), el tamaño de estos BDP puede variar ampliamente de una subregión a otra: los BDP africanos son pequeños y no representan más que 2% de los activos totales. En cambio, en 2018, los tres “policy banks » chinos reunieron por sí solos 3.6 billones de dólares (US) de balance en 2018, es decir 32% del total mundial de los BDP. Por último, los BDP nacionales son ampliamente mayoritarios: En 2020, se cuentan 329. Se estima que los financiamientos anuales de los BDP representan 2.2 billones de dólares (US), o sea alrededor de 10% de las inversiones mundiales, públicas y privadas.


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2INVIERTEN EN SECTORES ESTRATÉGICOS

Históricamente, la creación de los BDP tiene un doble objetivo: el primero es orientar las inversiones hacia infraestructuras o sectores económicos considerados como prioritarios por el Estado. En el siglo XIX, surgieron numerosos bancos nacionales o instituciones especializadas destinados a apoyar la industrialización de Europa y el financiamiento de infraestructuras mayores, como el ferrocarril.

En la actualidad, algunos BPD desempeñan un papel propulsor en la transición de la economía mundial hacia un modo de desarrollo más coherente con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) al financiar, en especial, la transformación hacia una economía de bajo carbono.

El segundo objetivo consiste en paliar las imperfecciones del mercado al intervenir en sectores considerados como poco o nada rentables por los inversionistas privados, a pesar de que son fundamentales para el equilibrio social o para el buen funcionamiento de la economía. Es el caso particular de la educación, de la salud, pero también de la vivienda de interés social, cuyo objetivo es proveer de vivienda a los más desfavorecidos, así como de la pequeña agricultura familiar, que constituye una base económica y social fundamental en numerosos países.

 

3SU MISIÓN PARA CONTRARRESTAR LAS CRISIS ES DECISIVA

Durante la década del 2000 y la crisis financiera de 2008 se manifestó de manera progresiva la fragilidad del sistema financiero y la función reguladora de los BPD. Esta misión, llamada “contracíclica”, se basa en dos características que distinguen a estas instituciones de los bancos comerciales. La primera es institucional: el Estado es el accionista de los bancos de desarrollo y, por lo tanto, tiene capacidad para movilizar rápidamente recursos presupuestarios destinados a los agentes económicos que más lo necesitan.


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La segunda razón es más estructural: los bancos públicos de desarrollo prestan en la mayoría de los casos a un plazo equivalente a sus recursos y, por lo tanto, no tienen importantes necesidades de refinanciamiento a corto plazo. Por ello, en caso de fuerte volatilidad de los mercados están menos expuestos que otros a un riesgo de bancarrota. En periodo de crisis, la estabilidad de su estructura les permite asumir financiamientos hasta que los mercados se calmen.

 

4DISPONEN DE UNA PANOPLIA DE HERRAMIENTAS MUY EXTENSA

Los bancos públicos de desarrollo disponen de una amplia gama de herramientas financieras para respaldar a sus socios: garantías y participaciones, fondos delegados por otros financiadores, donaciones directas a proyectos… Sin embargo, la herramienta a la que más recurren sigue siendo el préstamo, sea para Estados, entidades locales y establecimientos públicos o bien para empresas del sector privado con misiones de servicio público.


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FRANCIA, PAÍS PRECURSOR

Si bien en Francia existen varios bancos de desarrollo, sin duda alguna el más conocido es la Caisse des Dépôts. Creado en 1816, la institución financiera dedicada a la vivienda de interés social es el BPD más antiguo del mundo. También podemos citar a la Banque Publique d’Investissement para las PyMEs (BPI), la Agence Française de Développement centrada en la solidaridad internacional, la Société de Financement Local (SFIL) enfocada en los territorios y en la exportación así como la Caisse de Développement de la Corse (CADEC) dedicada a las PyMEs de Córcega.

 

6PARA LOGRAR UNA REACTIVACIÓN SOSTENIBLE, SON MÁS NECESARIOS QUE NUNCA

La reacción de los bancos de desarrollo ha sido excepcional por su celeridad como por su amplitud. El International Development Finance Club (IDFC), red de 26 bancos de desarrollo del mundo entero -entre los cuales se cuentan la AFD, el Banco de Desarrollo de China o el KfW alemán – ha desempeñado un papel decisivo.

Se aprobaron financiamientos por más de 30 000 millones de euros en unas cuantas semanas: “El objetivo principal consiste en cubrir las necesidades de liquidez de las empresas y en mantener los empleos en los sectores económicos más afectados por la desaceleración de la actividad económica”, comenta Régis Marodon, Consejero en Finanzas Sostenibles en la AFD. “PyMEs, transporte, turismo, energía, industria, comercio, servicios… Todos los sectores están potencialmente concernidos”.

Al determinar que una reactivación económica rápida debe ser algo prioritario también se dio pie al debate sobre la naturaleza y la calidad de esta reactivación. Por ello, numerosos BPD lanzaron una iniciativa colectiva para reflexionar sobre la compatibilidad de sus financiamientos con los acuerdos internacionales a nivel climático y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En la Cumbre Finanzas en Común, que se llevará a cabo del 10 al 12 de noviembre próximos dentro del marco de la tercera edición del Foro de París para la Paz, se pretende consolidar esta dinámica colectiva a favor de financiamientos más sostenibles. ________________________________________


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*Todas las cifras que se mencionan en este artículo provienen de una base de datos que está en proceso de elaboración junto con la Universidad de Pekín.