El Departamento Municipal de Agua y Saneamiento de San Pedro Sacatepéquez, en Guatemala, era hace unos 15 años una unidad muy pequeña, pero en los últimos años ha crecido mucho: actualmente cuenta con 35 personas, de las cuales solo seis son mujeres, una de ellas, Amalia Navarro, su coordinadora.
Llegar a ocupar el cargo de coordinadora en este Departamento que tiene como objetivo abastecer de agua en calidad y en cantidad a más de 10.000 habitantes de la municipalidad, no ha sido una tarea fácil. Como sus números lo demuestran, el balance de la participación de mujeres en este tipo de funciones continúa siendo bajo.
No obstante, Amalia resalta que se ha ido avanzando, y que el panorama a futuro es favorable: “Históricamente se ha tenido una idea generalizada de que las mujeres ‘no podemos liderar’, y lo que en verdad necesitamos son más espacios y más oportunidades para poder demostrar nuestras capacidades”, afirma.
Amalia trabaja directamente con el proyecto “Aguas Urbanas del Valle Marquense” del sector de Agua Urbana de EUROCLIMA+, implementado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la Agence Française de Developpement (AFD), y menciona cómo desde este proyecto se trabaja de forma estrecha por convertir a las mujeres no solo en lideresas del cambio, sino en guardianas del agua.
Además del Departamento Municipal de Agua y Saneamiento, el proyecto está en articulación con la Dirección Municipal de la Mujer, que se relaciona directamente con asociaciones de mujeres, un trabajo interinstitucional que permite implementar iniciativas como las ‘cosechadoras de agua’, a través de las cuales las mujeres cosechan agua para tener de reserva en caso de inundaciones, generando oportunidades de sensibilización y empoderamiento.
Pero Guatemala no es el único país en el cual el trabajo por la inclusión y la equidad ha convertido a las mujeres en guardianas del recurso hídrico. En Perú, donde se implementa el proyecto “Agua para Abancay”, las jornadas de sensibilización y empoderamiento han llevado a que cada vez más mujeres participen de la cosecha de agua, con la construcción de qochas, pequeñas lagunas para la recolección de agua-lluvia, un trabajo que previamente era realizado únicamente por hombres, como relata Naysha Kari Damian, lideresa comunitaria y consultora para CEDES del proyecto: “Conocer de dónde viene el agua, más allá del proceso de captación, les ha motivado a vincularse activamente en este proceso, en el que antes solo participaban los hombres”.
Naysha comenzó a trabajar como voluntaria para la Empresa Prestadora de Servicio EMUSAP Abancay, implementando campañas sobre la importancia del uso responsable y sostenible del agua. Ahora ve cómo estas campañas rinden frutos y se continúan fortaleciendo con la implementación de Agua para Abancay: “Este año realizaremos el concurso para las mujeres y el uso responsable del agua en Abancay, porque hemos visto que con estas iniciativas, lideradas por el proyecto, se valora mejor el recurso del agua, la importancia de su calidad y su servicio para la población, y se reconoce el aporte de las mujeres en una gestión adecuada de los recursos hídricos”.
Con la sensibilización y el empoderamiento, afirma, se han ido transformando las mentalidades y las mujeres han sido cada vez más conscientes de su rol fundamental tanto en la protección de los recursos hídricos, como en la lucha contra el cambio climático.
Hacer visible lo invisible
EUROCLIMA+, programa de cooperación de la Unión Europea, tiene entre sus líneas de acción el incorporar la igualdad de género y promover la inclusión por un futuro verde, justo e igualitario. Esto implica vincular activamente a las mujeres en las iniciativas, desde todos los ejes, porque, como mencionan estas ‘guardianas’ del agua, las mujeres enfrentan de forma desproporcionada los efectos de la variabilidad climática: “En el tema del agua las mujeres somos fundamentales porque, desde que nos levantamos, usamos el agua. Sin agua no se puede hacer nada, somos nosotras las mujeres quienes más hacemos uso del agua, en nuestros hogares, con nuestras familias, e involucrarnos nos permite duplicar el alcance, llegar a nuevas regiones y a nuevas personas”, afirma Amalia.
Esto no es tan fácil, puesto que, afirma Amalia, el rol de las mujeres en la lucha contra el cambio climático tiende a ser invisibilizado y menospreciado, principalmente porque anteriormente no era muy común ver a mujeres liderando acciones para hacer frente al cambio climático.
Xinia Carrillo es la administradora del Acueducto Comunal (ASADA) Rosales, en Costa Rica, encargada de garantizar agua potable y de calidad para 779 usuarios y usuarias, y que es beneficiada por el proyecto “ASADAS Resilientes” de EUROCLIMA+. Cuando comenzó a trabajar en su ASADA, Xinia era la única mujer en la Junta Directiva. Tras ser designada como administradora, menciona que el panorama es distinto -actualmente la Junta está conformada por cuatro mujeres y tres hombres, lo cual demuestra que ha habido avances-, pero el reto sigue persistiendo: Xinia menciona que es difícil que en la comunidad le ‘crean’: como anteriormente las ASADAS eran administradas por hombres, darse a respetar y abrirse camino por sus conocimientos no ha sido tarea fácil.
“El cambio climático exacerba las desigualdades ya existentes en nuestras comunidades, y por eso es fundamental que nosotras las mujeres seamos líderes comunitarias, trabajemos en equipo e inspiremos a otras mujeres a que sí es posible cumplir cualquier rol, en cualquier área. Nosotras sí podemos”, concluye Xinia. Esta afirmación es respaldada por un informe de Naciones Unidas, que reveló en 2021 que el 80 por ciento de las personas desplazadas por desastres y cambios relacionados con el clima en todo el mundo son mujeres y niñas.
El lema para esta edición del Día Mundial del Agua es hacer visible lo invisible, con relación al manejo de aguas subterráneas y el rol vital que estas cumplen para brindar servicio a las comunidades. No obstante, esta frase se aplica también para algunos temas que tienden a ser invisibilizados, entre ellos, la participación de las mujeres y la importancia de vincularlas en los procesos tanto de toma de decisión como de implementación de acciones para hacerle frente al cambio climático.
Hacer visible lo invisible es, en este caso, una forma no solo de demostrar que las mujeres tienen voz y voto en estas iniciativas, sino de inspirar a otras mujeres a que también se conviertan en lideresas y guardianas del agua.
Asimismo, la edición de este 2022 de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer tiene como tema prioritario el resaltar la importancia de la igualdad de género tanto en la lucha contra el cambio climático como en la protección del medio ambiente y la reducción de riesgo de desastres, demostrando que cada vez son más los esfuerzos para hacer visible lo invisible
Por más mujeres en la ciencia, en el agua y en la lucha contra el cambio climático
Para Xinia, uno de los principales valores agregados del trabajo que el proyecto ASADAS Resilientes viene realizando con las 60 ASADAS beneficiarias son los espacios de intercambio de experiencias y de conocimientos, con los cuales ha conocido a mujeres y hombres que, desde distintas ASADAS, trabajan e implementan iniciativas que contribuyen a una adecuada gestión de los recursos hídricos.
Ése es, para ella, una de las claves para lograr una participación más activa de las mujeres: conocer historias inspiradoras, casos de éxito de mujeres que han logrado transformar sus entornos. Como administradora, espera inspirar a muchas mujeres más y demostrarles que sí es posible liderar e implementar cambios en sus comunidades.
Desde el proyecto “Gestión Hídrica en el AMSS”, que se implementa en El Salvador, Laura Gil, especialista en Hidrología Subterránea del Ministerio de Ambiente de El Salvador, concuerda con Xinia en que liderar a través del ejemplo es una forma de aumentar la participación de las mujeres, pero hace énfasis en que esto también requiere de la generación de nuevas oportunidades: “Se necesita más incentivos, más conocer del trabajo que se realiza en las áreas técnicas y el trabajo que se hace para que exista más interés en la ciencia y que las mujeres tengamos relevancia en todos los campos”
Estas guardianas del agua no solo representan casos de éxito de trabajo con su comunidad para la preservación de los recursos hídricos, sino que se convierten en inspiración para que cada vez más mujeres lideren e implementen iniciativas para hacerle frente al cambio climático, pero también concuerdan en que, deben existir cada vez más oportunidades de inclusión y más espacios en los que se garantice una participación justa e igualitaria en la transición verde, un compromiso para el Programa EUROCLIMA+, y para el sector de Agua Urbana.
El contenido de esta publicación es de exclusiva responsabilidad de la AFD y no representa necesariamente las opiniones de la Unión Europea.

Este proyecto se lleva a cabo con el apoyo de la Unión Europea.