El empleo en el sector informal, frecuente en África Subsahariana, implica ingresos inestables y una protección social mínima. Por medio de Lynk, una plataforma digital creada por una startup keniana, los trabajadores se ponen en contacto con las empresas y con los hogares que requieren sus servicios. Resultado: mayor seguridad, mejores condiciones de trabajo y nuevas oportunidades profesionales.
En Kenia, la economía paralela representa más de 80 por ciento de la mano de obra. Del carpintero a la peluquera, del plomero al ebanista, los artesanos, empresarios y trabajadoras utilizan sus contactos personales y el boca a boca para encontrar trabajo y ganarse la vida.
“Con este sistema están sometidos a bajas remuneraciones, a un trabajo irregular y a escasas oportunidades de construir una carrera”, estima Akinyi W. Ooko-Ombaka, Directora de Operaciones de Lynk, empresa keniana que pone en contacto a los trabajadores -o a los “pro” como se les llama en Lynk- con sus clientes potenciales. Una vez que están inscritos y que se han registrado en la plataforma, los proveedores de bienes y servicios reciben ofertas de empleo. Un sistema que corresponde a “la economía Gig » (por giga byte), en donde las plataformas digitales se encargan de vincular oferta y demanda.
La seguridad del empleo puede cambiar la vida de los trabajadores
Manicurista independiente, de 26 años de edad, Remington Ochieng, tenía dificultades para encontrar trabajo en los salones de belleza de Nairobi. “Tenía flexibilidad laboral pero tenía que estar buscando clientes potenciales para mostrarles mis servicios”, explica. “Lo cual me tomaba mucho tiempo. No ganaba suficiente ni siquiera para cubrir mis gastos. Tampoco tenía la capacidad de ocuparme de mi hija o de vivir con ella debido a lo imprevisible que eran mis ingresos”, añade.
Cuando Remington escuchó hablar de Lynk decidió integrar la plataforma que, desde la fecha de su lanzamiento en 2015, ya cuenta con 3 000 inscritos: “Mi inscripción en Lynk cambió por completo mi situación. De ganar 12 dólares diarios cuando más suerte tenía, pasé a 40 dólares. Lynk me permitió comprar material, lo que no podía hacer antes. Hoy, me puedo ocupar de mi hija y de mis clientes, me contacten o no a través de Lynk, y además me puedo perfeccionar”, señala.
Un mercado virtual
La plataforma digital, que cobra una comisión de 10 por ciento, es un mercado virtual que propone más de 80 categorías de servicios. Mediante pago, Lynk también da acceso a cursos de formación así como a la obtención de herramientas y de equipo, al igual que facilita financiamientos. A diferencia del sector informal, en el que algunos clientes poco escrupulosos en ocasiones no pagan el monto fijado, la plataforma sí garantiza un pago completo.
A los clientes, el sistema de evaluación de Lynk les facilita el acceso a productos y servicios que corresponden a sus necesidades.
Una de las principales plataformas para los trabajadores en África
"Contrariamente a la mayoría de los sistemas de búsqueda de empleo que se enfocan en la contratación de trabajadores técnicos o de nivel intermedio, nosotros nos concentramos en los obreros ajenos a la economía digital o poco familiarizados con ella”, destaca Akinyi W. Ooko-Ombaka. “Y les permitimos crear una actividad eficiente”, agrega.
Para ayudar a las startups africanas a recaudar fondos que a menudo son de difícil acceso, el grupo Agence Française de Développement (AFD) invierte de manera directa e indirecta en las pequeñas y medianas empresas de todo el continente. Su filial Proparco también ha invertido en un fondo administrado por Novastar Ventures “dedicado a encontrar y apoyar a la próxima generación de empresarios excepcionales”. Su East Africa Fund, por ejemplo, invierte en startups como Lynk.
Esta plataforma “corresponde perfectamente a nuestro mandato que es la creación de empleos, en especial en las comunidades de bajos ingresos”, indica Tom Rostand, encargado de inversiones para África Oriental en Proparco. “Por lo general, esos trabajadores no cuentan con medios para vender sus servicios a gran escala a particulares o a empresas y por lo tanto no logran tener ingresos financieros regulares”, dice.
Actualmente, Lynk es una de las principales plataformas africanas al servicio de los trabajadores del sector informal.