Al menos un millón de especies vegetales y animales están amenazadas de extinción, según la Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES). El informe Planeta Vivo 2022 de WWF revela que el tamaño de las poblaciones de animales salvajes disminuyó un 69 % entre 1970 y 2018. En América Latina se ha producido una vertiginosa caída del 94%.
Ante esta catástrofe medioambiental, el grupo AFD se ha comprometido a duplicar el financiamiento destinado a la biodiversidad para 2025 hasta alcanzar los 1000 millones de euros, apoyando proyectos en todo el mundo para detener y revertir la pérdida de biodiversidad.
"Se ha producido un cambio radical en la forma en que el grupo AFD tiene en cuenta la biodiversidad en su labor en todo el mundo, en todos los ámbitos", afirma Christophe Du Castel, responsable de Biodiversidad de la AFD. "En menos de diez años, el volumen de financiamiento de la AFD en beneficio de la biodiversidad se ha multiplicado por más de cinco”.
Gran parte de esta financiación se materializa en proyectos innovadores basados en nuevas formas de pensar sobre la naturaleza y la preservación de la biodiversidad.
Restaurar los bosques tropicales
Trabajar con las comunidades indígenas de la cuenca del Amazonas
La cuenca del Amazonas, que alberga la mayor selva tropical del mundo y al menos el 10% de las especies conocidas, ha sido durante mucho tiempo uno de los mayores sumideros de carbono de la Tierra. Pero, debido a la deforestación masiva, ahora libera más carbono a la atmósfera del que absorbe. La minería, la tala, la roturación de tierras para la agricultura comercial, los incendios y el cambio climático están haciendo estragos: se calcula que, en los últimos 50 años, se ha perdido el 17% de la cubierta forestal.
Por otro lado, la mayor parte de las tierras que utilizan, ocupan o poseen los indígenas se encuentran en condiciones mucho mejores. El proyecto TerrIndigena de la AFD apoya a estas comunidades indígenas en sus esfuerzos por proteger la biodiversidad en el norte de la Amazonia, en una zona en la que confluyen Colombia, Ecuador, Perú y Brasil.
Para más información: TerrIndigena: por los derechos de las comunidades indígenas de la Amazonia
TerrIndigena 2, la ampliación del proyecto lanzada en la COP15, pretende aumentar la superficie de territorio protegido en 30 millones de hectáreas más, con lo que el total cubierto ascendería a 50 millones de hectáreas.
Con una subvención de 12,7 millones de euros (incluyendo 1,7 millones del Fondo Francés para el Medio Ambiente Mundial - FGEF), el programa contribuye a los esfuerzos de protección de la tierra en Brasil, Colombia, Ecuador y Perú, en colaboración con 60 organizaciones indígenas.
"Las poblaciones indígenas desempeñan un papel fundamental en la protección de la selva amazónica", explica Karen Colin de Verdière, responsable de proyectos en la División de Agricultura y Biodiversidad de la AFD. "Uno de los objetivos del proyecto es garantizar que se respetan los derechos de los pueblos indígenas y se reconocen sus territorios, para que puedan seguir manejando sus tierras de forma sostenible y proteger la selva tropical y su biodiversidad de la destrucción".
El proyecto combina además los conocimientos forestales indígenas tradicionales con las tecnologías modernas. En Brasil, si alguien quiere denunciar una tala o explotación minera ilegal tiene que desplazarse a pie o en canoa para dar la voz de alarma, lo que le llevaría horas, o incluso días. Para remediarlo, se han instalado puntos de acceso a internet en zonas remotas, lo que permite a los ciudadanos denunciar actividades ilegales en cuestión de minutos.
TerrIndigena también promueve el desarrollo de actividades generadoras de ingresos sostenibles y el apoyo a la gobernanza a favor de los derechos indígenas mediante la capacitación y la sensibilización.
Sahel: métodos de cocina más limpios para mejorar el manejo de los recursos forestales
Los extensos bosques de África Occidental y Central también se encuentran amenazados. Cientos de millones de hogares del Sahel utilizan leña para cocinar y calentarse, lo que no solo contamina el aire interior, causando unas 500 000 muertes prematuras al año, sino que además agota los bosques cercanos.
Para hacer frente a esta rápida deforestación, la AFD financia con 6 millones de euros un proyecto que aumentará el acceso a fuentes de calor más limpias y eficientes. Los hornillos de biomasa y butano son algunas de las alternativas que reducen el consumo de madera, disminuyendo la presión sobre los bosques y permitiendo su regeneración.
Soluciones basadas en la naturaleza para resistir al cambio climático: la Iniciativa Kiwa
Con sus innumerables islas y su excepcional biodiversidad marina, la región del Pacífico es especialmente vulnerable al cambio climático y a los principales riesgos climáticos: calentamiento de los océanos, subida del nivel del mar, ciclones tropicales, salinización de las aguas subterráneas, etc.
Iniciativa Kiwa es un programa pionero que facilita el acceso a financiamiento para la adaptación al cambio climático mediante soluciones basadas en la naturaleza, protegiendo, gestionando y restaurando la biodiversidad.
"Varias experiencias han demostrado que los recursos naturales no solo pueden restaurarse, sino que además pueden ayudar a proteger a las comunidades y a los ecosistemas del cambio climático gracias a la propia restauración de los ecosistemas costeros (arrecifes de coral y manglares), la agroecología y la agricultura ecológica", escribe Karen Mapusua, directora de la División de Recursos de la Tierra de la Comunidad del Pacífico, en un artículo para la AFD. "Son buenos ejemplos de soluciones basadas en la naturaleza que pueden aportar respuestas sostenibles a los efectos del cambio climático".
Con un presupuesto total de 75 millones de euros gestionado por la AFD, este ambicioso programa Kiwa financia una veintena de proyectos en 19 países y territorios franceses del Pacífico.
Para más información: Iniciativa Kiwa: una coalición para proteger la biodiversidad (en inglés)
Entre estos proyectos se encuentra la creación de una red de "granjas ecológicas didácticas" para apoyar a los agricultores en su transición hacia sistemas de producción y alimentación ecológicos y sostenibles, mediante la adopción de soluciones basadas en la naturaleza y el intercambio de buenas prácticas en la región.
Estos centros de formación dirigidos por agricultores contribuirán a mitigar el cambio climático mediante la captura de carbono, el aumento de la biodiversidad, la eliminación progresiva de organismos modificados genéticamente, la enmienda del suelo, el reciclaje de residuos y la protección de los polinizadores.
Los centros también generarán ingresos junto con muchos beneficios medioambientales: una producción agrícola sostenible y duradera y un agua más limpia. Otros proyectos tienen que ver con el control de las especies invasoras, la pesca comunitaria y la restauración de los arrecifes de coral y manglares para proteger las costas.
"Nuestros proyectos se basan en un enfoque que aúna las preocupaciones por la biodiversidad y el clima", explica Guillaume Chiron, jefe adjunto de la División de Agricultura, Desarrollo Rural y Biodiversidad de la AFD, "aplicando principalmente soluciones basadas en la naturaleza, garantizando la participación y la apropiación de las comunidades locales y respetando los derechos de las poblaciones indígenas".
La coalición de contribuyentes, incluida la Unión Europea, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, reúne recursos financieros y apoya iniciativas tanto de organizaciones regionales como de las autoridades nacionales y la sociedad civil.
Gambia: manglares para frenar la erosión costera
Las soluciones basadas en la naturaleza también se están aplicando en Gambia, donde, a través de una subvención de 7 millones de euros, la ADF proporciona asistencia estratégica, científica y técnica para la restauración a gran escala de los ecosistemas de manglares. Estas extraordinarias barreras naturales pueden ralentizar e incluso evitar la erosión costera.
Fondo Fiduciario para la Conservación: BACoMaB
Las aguas costeras de África Occidental no solo están llenas de vida, sino que también son un motor económico inestimable. El sector pesquero representa en torno al 10 % del PIB mauritano y es el principal sector de empleo, concentrando más de un tercio de los puestos de trabajo del país. Pero estas aguas también son frecuentadas por buques industriales de todo el mundo, muchos de ellos responsables de la pesca ilegal, la contaminación y la sobrepesca.
En 2009 se creó el Fondo Fiduciario BACoMaB para proteger mejor la biodiversidad de la región. Este fondo financia los esfuerzos para garantizar la protección del Parque Nacional del Banc d'Arguin (PNBA) de Mauritania, una de las mayores zonas protegidas de África. Gracias a él, se ha reforzado la vigilancia de los buques y los científicos locales pueden controlar los riesgos de contaminación marina y la evolución de las poblaciones de peces.
La AFD fue uno de los primeros contribuyentes al fondo BACoMaB y, diez años después de su creación, aportó 5 millones de euros adicionales para preservar las reservas marinas y costeras y las zonas protegidas.
Este es uno de los muchos proyectos financiados por la AFD a través de los fondos fiduciarios de conservación, cuyo objetivo es el desarrollo sostenible a largo plazo y la protección y regeneración de la biodiversidad. Estos mecanismos financieros se utilizan cada vez más para financiar áreas protegidas, que son si cabe más vulnerables al estar por lo general infrafinanciadas.
Para más información: Assessment of conservation trust funds: for the benefit of biodiversity (en inglés)
Proteger la biodiversidad en todo el mundo
El grupo AFD apoya cientos de proyectos que protegen, preservan y restauran la biodiversidad. En Rajastán (India), por ejemplo, un proyecto de 140 millones de euros está ayudando a preservar bosques y humedales, frenar la erosión del suelo y hacerlos más fértiles. En total se reforestarán o restaurarán unas 60 000 hectáreas.
"Este proyecto concuerda perfectamente con la Coalición de Alta Ambición por la Naturaleza y las Personas [HAC, una coalición de 100 países]", afirma Guillaume Chiron. Copresidida por Francia y Costa Rica, esta coalición pretende proteger el 30% de los ecosistemas terrestres y marinos para 2030, una iniciativa histórica respaldada en la COP15.
Legacy Landscapes Fund
El Legacy Landscape Fund, apoyado por el Gobierno alemán, la AFD y organizaciones filantrópicas privadas, trabaja por la conservación de algunos de los puntos calientes y áreas protegidas con mayor diversidad del mundo. Hasta la fecha, el fondo ha recaudado más de 200 millones de euros en contribuciones directas para apoyar la mitigación y adaptación al cambio climático.