Los bancos brasileños, sólidos aliados para la implementación de la agenda ODS 2030

Desde 2018, la AFD y el Banco Regional de Desarrollo del Extremo Sur de Brasil (BRDE) unen esfuerzos para acelerar la transición hacia un desarrollo sostenible en la región Sur de Brasil. En estos seis años, la AFD ha contribuido con 220 millones de euros para líneas de crédito destinadas al apoyo de proyectos con fuerte impacto social y ambiental en la región, y 1.3 millones de euros para subvenciones enfocadas en apoyar la transformación estratégica de la BRDE como ”banco verde”.

En enero de 2023 y enero de 2024, la agencia AFD de Brasilia llevo a cabo dos misiones de terreno con la BRDE, para conocer a los beneficiarios de esta colaboración (empresas públicas y privadas, municipalidades, médicos…) y comprender mejor los retos de la implementación de los financiamientos e informar sobre los impactos concretos en el tejido económico local.

La región Sur de Brasil

La región Sur de Brasil, que reúne a los estado de Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul (30 millones de habitantes, alrededor del 15 % del PIB nacional), es la segunda del país en términos de contribución económica. La región es conocida como la cuna de la cultura del erva-mate, planta “sagrada” con virtudes similares al café, muy consumida por los pueblos indígenas. Los principales centros urbanos, en particular Curitiba, en el estado de Paraná, se desarrollaron gracias al comercio de esta planta.

Actualmente, las actividades económicas han cambiado y los retos se enfocan principalmente en el desarrollo sostenible de las ciudades (movilidad, planeación urbana, vivienda, agua y saneamiento), la agricultura y la ganadería (20 % de las emisiones de gases de efecto invernadero de Brasil), así como en el acompañamiento de los actores económicos hacia prácticas más sostenibles (modos de producción, empleo y lucha contra las desigualdades, gestión de los residuos). 

Ilumina Guarapuava (Paraná): un alumbrado público más ecológico y seguro

En Brasil, debido a la tecnicidad, así como el costo humano y financiero relacionados con la gestión de los servicios públicos, numerosas municipalidades se orientan hacia concesiones de Asociaciones Público-Privadas (APP), en particular para el alumbrado, la gestión de los residuos, el agua y saneamiento, los transportes intraurbanos… 

Es el caso de la municipalidad de Guarapuava, en el estado de Paraná,  que encargó la gestión del alumbrado público para los próximos veinte años al consorcio Ilumina Guarapuava. Un financiamiento AFD-BRDE de 2 millones de euros permitió que el consorcio cambiara 20 000 farolas en mal estado por lámparas LED, de menor consumo energético. 

“Ahora, cuando el sistema señala alguna avería, conocemos con bastante precisión el origen del problema y rápidamente se envía un equipo para dar mantenimiento”, explican un responsable del consorcio y el secretario municipal de ordenamiento y urbanismos, Paulo de Souza. 

“Con esta tecnología ganamos en productividad, lo que ayuda antes que nada al bienestar de la población. Además, en la noche se ha reducido de manera significativa la violencia y los niños pueden volver a jugar con la pelota en la calle”, agregaron. 

Brasil Palu (Paraná): del aserrín a los pélets

En la región de Paraná, platicamos con Valdir Palu, director de una pequeña empresa familiar dedicada a la madera y situada a dos horas de Curitiba. Desde hace 30 años, la empresa Brasil Palu planta árboles Pinus (árboles no primarios de la región) para satisfacer las necesidades en madera de construcción del mercado nacional, y más recientemente del mercado internacional. Hasta 2018, la empresa familiar tiraba o revendía el aserrín de madera generado por el corte de la madera de construcción. Estos residuos se acumulaban cada año, sin ningún valor agregado para la empresa.

Para protejer al medio ambiente y sacar provecho de sus residuos, Brasil Palu pidió la ayuda de la BRDE para poder producir pélets a partir de ese aserrín de madera. Gracias al financiamiento de la AFD y de la BRDE (2 millones de euros), la pequeña empresa familiar pudo adquirir el material necesario. Actualmente, estos pélets ya se exportan, en particular a Europa en donde existe una creciente demanda de fuentes de energías renovables.

Alto Braço Energia Ltda (Santa Catarina): microcentrales hidroeléctricas

En la zona de colinas cercanas a Florianopolis (Santa Catarina), en donde la mayoría de los habitantes viven gracias a una pequeña explotación agrícola familiar, la empresa Alto Braços Energia Ltda solicitó un financiamiento AFD-BRDE (1 millón de euros) para la construcción de una pequeña central hidroeléctrica que permita a los pueblos de los alrededores contar con una energía limpia y renovable.

En Brasil, desde hace varios años, la agencia nacional de regulación impulsa el uso de pequeñas centrales hidroeléctricas que tienen un reducido impacto sobre el medio ambiente. “Los impactos sociales de esta central también son positivos”, explica un joven ingeniero que vive en un pueblo vecino y encontró un empleo calificado gracias a esta central hidroeléctrica. Desde que se instaló esta central, muchos jóvenes han sido formados y ahora toda la región tiene acceso a internet.

Hospital Santa Casa de Porto Alegre (Río Grande do Sul): acceso a la atención médica universal

El sistema de salud brasileño se organiza en torno a dos ejes: los hospitales privados, y los hospitales públicos que atienden a los pacientes del sistema universal de salud (SUS). Desafortunadamente, este tiene muy pocos recursos y los pacientes deben esperar en ocasiones varios meses antes de poder recibir atención médica. Los hospitales privados tienen alrededor de 250 000 camas, mientras que la red hospitalaria pública sólo dispone de 150 000 y un número de pacientes muy superior.

El hospital Santa Casa es una institución de la región Sur de Brasil que se fundó a principios del siglo 19. Localizado en el centro de Porto Alegre, este hospital sin fines de lucro funciona con un interesante modelo público-privado: Su objetivo consiste en atender a un 60 % de pacientes a través del SUS. El resto son pacientes del sistema privado. Los recursos recibidos a través del sistema privado sirven para compensar la parte SUS. En 2020, el hospital Santa Casa solicitó un financiamiento AFD-BRDE (10 millones de euros) para la construcción de un nuevo bloque con una sección de Urgencias SUS y una sección privada.

Durante nuestra visita, el director del hospital nos indicó que gracias al préstamo para la construcción de este nuevo bloque se sigue atendiendo a un 60 % de pacientes a través del sistema universal de salud.

Más información en: videos con ejemplos de proyectos financiados por la cooperación AFD-BRDE