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Agricultura
¿Qué retos enfrenta África en materia de seguridad alimentaria? Coautor del libro “L’Économie africaine 2023” (La Economía Africana 2023), Bio Goura Soulé que es profesor-investigador y asistente técnico en ganadería y pastoreo para la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao, por sus siglas en francés), nos expone su análisis.
Actualmente, ¿cómo se sitúa el continente africano en términos de seguridad alimentaria?

Bio Goura Soulé: África continúa inmersa en importantes problemas de seguridad alimentaria, es decir desnutrición y malnutrición, aunque existen disparidades entre las regiones. En 2021, la desnutrición afectaba a 278 millones de africanos, lo que equivale a un tercera parte de las personas desnutridas en todo el mundo. Sin embargo, ciertos aspectos están mejorando: en los últimos diez años, la malnutrición de los niños menores de 5 años ha disminuido en un 10%. No obstante, en lo general, África sigue teniendo tasas de malnutrición superiores al nivel mundial y ahora están surgiendo nuevos fenómenos: la obesidad es cada vez más importante en los adultos con alto poder adquisitivo.


Leer también: “Será complicado alcanzar el objetivo que se ha fijado la ONU para 2030 de poner fin al hambre” (en inglés)


¿Cuáles son las causas fundamentales de esta inseguridad alimentaria?

La primera causa es el bajo poder adquisitivo. Más del 40% de la población africana vive con menos de 1.9 dólares al día, lo cual no permite un acceso fácil a los alimentos. En mi opinión es la principal causa, muy por encima de la disponibilidad de productos: en promedio, solamente el 16% de los alimentos provienen del mercado internacional.

La segunda causa son los altos precios de los productos, relacionados con la muy alta volatilidad de los precios en los mercados. África es uno de los continentes más expuestos a los choques exteriores, como la guerra Rusia-Ucrania que tiene un importante impacto en los hidrocarburos, el precio de los insumos, las cadenas de abastecimiento… y por lo tanto encarece los precios.

Existen otros factores agravantes, como el cambio climático que repercute en la producción, en particular en África Occidental y Oriental; los conflictos, que generan desplazamientos de la población así como perturbaciones de la producción y distribución; las repercusiones de la pandemia de Covid-19 y los efectos de la explosión demográfica.

¿Qué soluciones existen para luchar contra esta inseguridad ?

Se han adoptado numerosas políticas y métodos, pero las políticas agrícolas a menudo están muy compartimentadas, no están vinculadas a los demás sectores de la economía y, por lo tanto, su eficiencia es actualmente muy limitada. Es el caso de la política agrícola que destaca en el Programme détaillé de développement de l’agriculture en Afrique (Programa detallado de desarrollo de la agricultura en África, PDDAA por sus siglas en francés), el cual pretendía mejorar la disponibilidad de los productos y promover el intercambio entre países africanos. Desgraciadamente, hay numerosos obstáculos tarifarios y otros efectos que frenan el auge de esos intercambios.

Lo más importante para luchar contra la inseguridad alimentaria es que los Estados se fijen el tema como un objetivo vital y ataquen el problema de raíz. Lo cual consiste en plantearse las soluciones desde el ángulo de la soberanía alimentaria, es decir con menor dependencia a las importaciones, con políticas agrícolas y comerciales más favorables a los agricultores.

Se deben impulsar los intercambios entre países africanos en función de las ventajas comparativas de cada país. Asimismo, hay que apoyar sistemas agroalimentarios que aprovechen al máximo el potencial de producción, de transformación y que promuevan hábitos de consumo sanos.
A través de una práctica holística de promoción de los sistemas agroalimentarios territorializados los países podrán mejorar la productividad, aumentar los ingresos de la población y propiciar su acceso adecuado a los alimentos.


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¿Cómo aumentar la producción sin provocar un deterioro del medio ambiente?

De acuerdo con los expertos del Cirad (Centro de Cooperación Internacional en Investigación Agronómica para el Desarrollo), para el 2050 África necesitará disponer de 500 millones de hectáreas adicionales para satisfacer una demanda alimentaria que habrá aumentado en un 160%. De no hacer nada, esta exigencia será satisfecha, pero a costa de la destrucción del medio ambiente, en particular de la desforestación.

África debe llevar a cabo su transición agroecológica y promover prácticas de producción más virtuosas. Las cuales ya existen, pero para ir más rápido, para generar más ganancias, se siguen utilizando métodos de producción nocivos para el medio ambiente (tractores, herbicidas, pesticidas…). La transición es posible pero supone que las autoridades inviertan de manera importante en el apoyo a una producción basada en la agroecología.


Asistir a la conferencia "África alimenta a los africanos" (África alimenta a los africanos) el lunes 27 de febrero en la feria Internacional de la Agricultura de París, conferencia organizada por el Cirad, la Cedeao y el Roppa.