El auge del estado planificador dio origen a los bancos públicos de desarrollo
La mayoría de los bancos públicos de desarrollo (BPD) se crearon después de la Segunda Guerra Mundial, en la continuación de la Gran Depresión, del New Deal estadunidense y de las nacionalizaciones posteriores a 1945. En aquella época, que se caracterizó por la voluntad planificadora del Estado, se impulsó a esas instituciones con el objetivo de poner en marcha políticas de estimulación del crédito en diferentes sectores, a nivel nacional como territorial.
En África, la afd ha estado presente desde la creación de los primeros bpd
En África, la AFD respaldó a los BPD africanos desde su creación, primero a través de redescuentos y adelantos, más tarde mediante adquisición de participaciones y préstamos. Ese apoyo estaba destinado al financiamiento de sectores estratégicos e insuficientemente atendidos por el sector financiero privado como la agricultura, la vivienda y, de manera general, las infraestructuras básicas.
En ese sentido, el Banco de Desarrollo de África Occidental (BOAD) y el Banco Nacional de Desarrollo Agrícola de Mali (BNDA) son los más antiguos bancos de desarrollo socios de la AFD. Además de tener a Francia como accionista desde 1976, fecha de su creación, el BOAD ha recibido de la AFD más de 600 millones de euros en apoyos financieros desde 1981.
A partir de la década de 1970, la crisis económica abrió un periodo difícil para los BPD
A partir de la década de 1970 y hasta finales de la década de 1980, la degradación de la situación económica y las crisis de deuda soberana fomentaron desconfianza hacia el sector financiero público, en especial hacia los BPD, muy criticados por la calidad de su gestión y por resultados financieros que se estimaban insuficientes.
En ese contexto, la AFD decidió reducir los financiamientos destinados a los BPD. Los financiadores de fondos dieron entonces prioridad a la emergencia de un sector privado dinámico. Surgieron nuevas instituciones financieras, como los bancos pero también instituciones de microfinanzas o cooperativas cuya misión era generalizar el acceso de la población a los servicios financieros.
La función de los bancos públicos de desarrollo en el cumplimiento de los ODM carece de precisión
Al iniciar los años 2000, los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) se convirtieron en la columna vertebral de las políticas de desarrollo. No obstante, hay que reconocer que los bancos públicos de desarrollo todavía tenían dificultad para determinar su función en el financiamiento al desarrollo.
Al mismo tiempo, la AFD recurría de manera creciente a préstamos directos y conservaba un enfoque muy selectivo de sus contrapartes. No obstante, al haber ampliado su campo de intervención geográfica tuvo la oportunidad de reanudar contacto con los bancos públicos de desarrollo, en particular a través de colaboraciones de largo plazo con los BPD en América Latina.
De esta manera, la AFD identificó interlocutores naturales para poner en marcha su nuevo mandato. Por ejemplo, la AFD fue el primer donante internacional en financiar directamente al Banco de Desarrollo de Minas Gerais (BDMG), sin garantía del Estado brasileño. Esta primera cooperación permitió prestar mayor atención a los desafíos climáticos y medioambientales en el financiamiento de proyectos del BDMG.
La crisis financiera de 2008: renacimiento de los bancos públicos de desarrollo
La crisis financiera de 2008 y luego la de la zona euro cambiaron la situación. Ante su evidente fragilidad, el sector financiero privado renunció a financiar sectores enteros de la economía real. Además, el peso de la deuda pública de los Estados no les permitía atender solos los desafíos globales del desarrollo sostenible.
Se crearon entonces nuevos BPD en los países emergentes para asegurar el financiamiento de la inversión pública, como PT Sarana Multi Infrastruktur (PT-SMI) en Indonesia o, en 2009, el Fondo Mivivienda en Perú. La AFD fue el primer financiador de fondos en apoyar al PT-SMI con financiamiento directo, a fin de ayudar al financiamiento de las infraestructuras en Indonesia.
Los objetivos de desarrollo sostenible reubican a los bpd como elementos centrales del financiamiento del desarrollo
La aprobación de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 2015 se efectuó junto con un cambio de paradigma sobre el financiamiento del desarrollo. En la Agenda para la Acción de Addis Abeba los BPD recuperaron su lugar central en el financiamiento del desarrollo. Se abrió así un nuevo espacio para los bancos públicos de desarrollo.
Por consiguiente, la AFD decidió apoyar firmemente a los BPD para contribuir al financiamiento de los ODS. Así, a lo largo de los últimos diez años, la AFD ha financiado más de 50 bancos públicos de desarrollo por un monto superior a 5 000 millones de euros y ha atribuido a los BPD un lugar central en su estrategia de apoyo a los sistemas financieros.