Cómo verifica la AFD que su financiamiento favorece efectivamente a los beneficiarios

En 2023, la Agence française de développement (AFD) destinó cerca de 9 000 millones de euros para financiar nuevos proyectos y 2 700 se encuentran en curso de implementación en más de 150 países… Con tal volumen de financiamiento de proyectos a favor de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas es imperativo mantener un alto nivel de vigilancia sobre el destino efectivo de los fondos.
A lo largo del seguimiento de los proyectos, la AFD recurre a una multitud de tácticas para verificar su correcta aplicación. Ya que los riesgos existen: corrupción, lavado de dinero, financiamiento del terrorismo, obras jamás emprendidas, beneficiarios mal identificados o impactados negativamente por el proyecto.
Para evitar todo esto, a lo largo del tiempo la AFD ha elaborado un sistema de control de múltiples niveles. “Disponemos de tres grandes tipos de modalidades para verificar que los fondos son efectivamente para provecho de los beneficiarios finales identificados: una buena coelaboración de los objetivos con las contrapartes, una minuciosa gestión del riesgo fiduciario y un seguimiento operativo de los proyectos”, señala Mathieu Boche, de la agencia AFD de Dakar, en Senegal.
Estos procedimientos van acompañados de otros tipos de vigilancia, como la posibilidad de llevar a cabo una evaluación independiente a la mitad de ejecución de un proyecto, o a su término, de reorientar los que no avancen o de recibir reclamos directamente desde los territorios concernidos.
Descubra a continuación la manera en la que la AFD verifica que su ayuda llegue efectivamente a los beneficiarios.
La evaluación se puede prever por adelantado en el presupuesto del proyecto o bien decidirla al término de dicho proyecto una vez que el departamento a cargo de las evaluaciones lo haya discutido con las divisiones técnicas, las direcciones regionales, los administradores o las instituciones francesas concernidas, y obviamente con los beneficiarios y entidades contratantes.
Así es como se evalúa alrededor del 50 % de los proyectos terminados. “Esta meta corresponde a una buena práctica internacional utilizada por los financiadores. Nuestra táctica consiste en evaluar un proyecto únicamente cuando las lecciones que podamos sacar sean útiles para mejorar nuestra acción”, precisa Jean-Claude Pires, director del Departamento Evaluación y Aprendizaje en la AFD.
También se puede evaluar un proyecto a medio término o ex post, es decir dos o tres años después de haber finalizado, con el fin de medir los impactos a más largo plazo. “Lo importante es dar respuesta a las preguntas adecuadas y bien sincronizadas. Por eso nuestras evaluaciones se hacen a la medida », comenta Jean-Claude Pires.
La AFD practica otros tres tipos de evaluación:
Muy a menudo, estas evaluaciones son realizadas por consultores externos. La mayoría se difunden a través de su publicación en el sitio afd.fr, en la colección Ex post de la AFD o en revistas científicas.