#1 ENCLAVES DE BIODIVERSIDAD EXCEPCIONAL
Si los bosques aún guardan muchos secretos es porque son increíbles reservas de biodiversidad: el 80% de las especies terrestres del mundo viven en los bosques, mientras que un solo metro cuadrado de suelo forestal alberga una media de 1000 especies diferentes de invertebrados.
En el Amazonas se descubre una nueva especie animal o vegetal cada dos días y en la isla indonesia de Sumatra se han registrado 400 nuevas especies vegetales desde 1995.
Este “capital natural”, como lo llamó el naturalista Jean Dorst, está ahora en peligro y, a corto plazo, una de cada ocho especies estaría abocada a la desaparición. Tanto es así que algunos científicos no dudan en hablar de una “6ª extinción masiva”. Salvo que, a diferencia de las anteriores, esta vez el responsable es el ser humano.
#2 ALIADOS CONTRA EL CALENTAMIENTO GLOBAL
“El planeta está calentándose, es urgente ponerlo a la sombra de los árboles", advertía recientemente Nathalie de Noblet, coordinadora del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), en la revista Science & Vie. Una forma muy acertada de expresarlo, ya que los bosques constituyen el segundo mayor sumidero de carbono del planeta, por detrás de los océanos.
Un árbol de 5 m3 puede almacenar una media de 5 toneladas de CO2 a lo largo de su vida, el equivalente a la huella de carbono de cinco vuelos de ida y vuelta París - Nueva York para un solo pasajero. En la actualidad, los bosques absorben casi 2000 millones de toneladas de dióxido de carbono al año, es decir, el 5% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Una cantidad nada despreciable.
Los bosques también desempeñan un papel fundamental en la sustitución de los combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas, etc.) por los combustibles de biomasa (madera, biogás, etc.). Estos últimos tienen la ventaja de ser renovables, así como una huella de carbono mucho más positiva. Los residuos de la madera, la madera de baja calidad o las ramas resultantes del clareo forestal podrían aprovecharse mejor que se hace actualmente.
Sin los bosques, el cambio climático estaría en una fase más avanzada. Pero gracias a ellos tenemos la esperanza detenerlo algún día
#3 UN RECURSO INDISPENSABLE PARA LAS POBLACIONES LOCALES
Ya sean los Pwo Karen de Tailandia, los Waiapi del Amazonas o los Ntumu de Camerún, 700 millones de personas viven en los bosques. Se trata de poblaciones dispares, desde agricultores (cacao, café, etc.) a cazadores-recolectores, pasando por productores itinerantes (látex, frutos secos, etc.) y comerciantes, todos ellos ligados al destino de los bosques.
Leer también: Como se mobiliza la AFD para proteger la Amazonia
Y si a ello sumamos las personas que en todo el mundo utilizan la madera para calentarse, cocinar o construir sus casas, obtener plantas medicinales, cazar o recolectar frutas para alimentarse, en total son casi 1600 millones de personas las que dependen de los bosques para satisfacer sus necesidades básicas, es decir, una quinta parte de la población mundial.
#4 UN ESCUDO CONTRA LAS CATÁSTROFES NATURALES
Avalanchas, corrimientos de tierras, erosión, inundaciones... Los bosques actúan como un escudo contra los peligros naturales, mitigando sus daños. Incluso cuando las catástrofes son extremadamente violentas: un estudio en la isla de Palu (Indonesia) tras el tsunami de 2018 descubrió que un manglar de entre 50 y 70 metros de grosor hizo que la altura de la ola mortal se redujera de 5 metros a 1 metro, salvando a las aldeas cercanas. Este manglar demostró ser más eficaz que cualquier dique artificial.
Pero los bosques deben ser suficientemente resistentes. Una de las razones por las que Portugal ha sufrido tantos incendios tan grandes en los últimos años es que sus bosques están formados en su mayoría por una sola especie de árbol, poco resistente al fuego, y muchas parcelas carecen del mantenimiento necesario. La silvicultura sostenible y diversificada sigue siendo la mejor arma contra las catástrofes naturales.
#5 GARANTES DE LA CALIDAD DEL AGUA
En el imaginario colectivo, el “agua de manantial” es algo así como el agua ideal. Sin embargo, sería más exacto decir “agua del bosque”. Un estudio del Instituto Nacional de Investigación Agronómica francés (INRA) ha demostrado que el agua que pasa por un bosque está mucho menos contaminada (entre diez y veinte veces menos) que la que se recoge bajo los cultivos (maíz, cereales, colza).
Los bosques son entornos naturales en los que no hay pesticidas ni fertilizantes la mayor parte del tiempo. Además, los microorganismos de sus suelos también proporcionan una filtración de las impurezas altamente eficaz. Por su parte, los subsuelos forestales pueden almacenar grandes cantidades de agua: hasta 2 millones de litros por hectárea. Auténticas fuentes de vida.
#6 PALANCAS PARA ATRAER TURISTAS
En todo el mundo, los bosques se están convirtiendo en lugares de atracción turística. La Avenida de los Baobabs, una docena de gigantescos baobabs que flanquean una carretera en el oeste de Madagascar, es una de las atracciones más visitadas de la región. La isla japonesa de Yakushima, totalmente cubierta de bosques vírgenes, ha visto resurgir el número de visitantes desde que la película de animación “La princesa Mononoke” se inspirara en ella. Por su parte, las interminables palmeras del Valle del Cocora son ya una visita obligada para cualquiera que viaje a Colombia.
Un informe publicado por la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) nos recuerda la necesidad de controlar la afluencia de personas a estos frágiles enclaves. Dar un paseo por el bosque es una buena idea, siempre y cuando se respete el entorno natural.