• logo linkedin
  • logo email
El PME es un fondo vertical que se beneficia de la gobernanza de múltiples partes interesadas con voz de los estados donantes en igualdad de condiciones con los países en desarrollo
Muy esperada, la conferencia de reaprovisionamiento de fondos de la Alianza Mundial para la Educación (AME), copresidida por el Reino Unido y Kenia, se llevará a cabo los 28 y 29 de julio en Londres. El 30 de junio, el presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, anunciará el monto de la participación francesa. En total, la nueva campaña de financiamiento para el periodo 2021-2025 tiene como objetivo recaudar 5000 millones de dólares en contribuciones.

Los sistemas educativos, en particular los africanos, han logrado avances importantes para permitir que las nuevas generaciones acudan a la escuela -en especial las niñas- y prolongar la escolaridad de los jóvenes. No obstante, todavía quedan importantes retos por resolver como mejorar la calidad de la educación, reducir las desigualdades y, una vez más en el caso de las niñas principalmente, prolongar la escolaridad.
 
Para ayudar a los países en desarrollo a superarlos, la Alianza Mundial para la Educación (AME) es un actor imprescindible, dedicado al financiamiento exclusivo de la educación básica, primaria y secundaria, en los países que más lo necesitan.

La AME fue lanzada en 2002 y desde entonces ha ido cobrando cada día más fuerza. En efecto, las necesidades de financiamiento para la educación aún son enormes, en particular para atender las grandes dificultades generadas por la crisis relacionada con la COVID-19, que amenaza con provocar una interrupción muy temprana de la escolaridad de millones de alumnos.

La conferencia de reaprovisionamiento 2021-2025, que será copresidida por el primer ministro británico, Boris Johnson, y el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, pretende reunir 5000 millones de dólares para un ciclo de 5 años. Durante la pasada cumbre del G7, Gran-Bretaña, la Unión Europea y Alemania anunciaron su contribución de 2700 millones de euros.

Francia, por conducto de Emmanuel Macron, aprovechará el Foro Generación Igualdad del 30 de junio en París para anunciar su contribución. Un monto para cinco años que podría ser proporcional a su anterior contribución de 200 millones de euros, anunciada en 2018. A este importante compromiso con la AME, tanto financiero como político, le siguió en 2019 la instalación, en París, de una oficina de la AME.

La AME, modelo de gobernanza inclusiva

Además de su especificidad educativa, la AME es un fondo fiduciario que depende administrativamente del Banco Mundial, pero que cuenta con un consejo de administración independiente”, precisa Raphaëlle Brody, responsable del equipo de proyectos en la división Educación, Formación, Empleo en la Agence française de développement (AFD). “Este fondo vertical cuenta con una gobernanza multipartita que asigna igual número de votos a los Estados donantes y a los países en desarrollo, que son a la vez socios y beneficiarios de la AME y representan alrededor de 90 países. Es un modelo de gobernanza inclusiva que también integra a organizaciones de la sociedad civil especializadas en educación, a fundaciones y a empresas privadas”, destaca la especialista.

Los presupuestos asignados se calibran en función de criterios que toman en cuenta el PIB por habitante, el número de niños en edad de escolarización, así como la noción de retraso en materia de escolarización. Para poner en marcha los programas, la AME encomienda las ayudas a agentes delegatarios que son seleccionados por los gobiernos de los países concernidos en función de sus relaciones y de su experiencia. De esta manera, la AFD es agente delegatario en cinco países: Níger, Burkina Faso, Guinea, Burundi y Senegal.

Una condición implícita de la AME es que los países beneficiarios se comprometan a dedicar una mayor parte de su gasto público al financiamiento del sector educativo y a implicarse en la gestión de la política educativa. De esta manera, desde 2002, en los países socios 160 millones de niños pudieron acudir a la escuela por primera vez y 82 millones de niñas fueron escolarizadas. Se dedicaron 500 millones de dólares para ayudar al sector de la educación en el contexto de la pandemia de Covid-19.

Para el periodo 2021-2025, el objetivo es que 175 millones de niñas y de niños aprendan a leer, a escribir y a contar, que 88 millones de niños sean escolarizados por primera vez, pero también que más de 2 millones de maestros reciban capacitación y que se abran 78 000 nuevas aulas.

La AFD aboga por una intensificación

En su calidad de agente delegatario de los fondos de la AME desde 2013, la AFD administra cerca de 322 millones de euros. Por ser un sector prioritario, la educación ya recibe actualmente ayuda de la AFD a través de iniciativas regionales de apoyos técnicos destinados a asistir a los países en sus esfuerzos por mejorar la educación básica. Cabe señalar que es más eficiente posicionarse como agente delegatario de la AME cuando preexiste una intervención estructurante en el país, como es el caso en Senegal en donde la AFD ya había implementado una subvención y un préstamo, en tanto que se instauraba un diálogo con las autoridades.

Además, se percibe de manera favorable a la AFD porque sus modos de acción a menudo corresponden al modelo que preconiza la AME, es decir valorizar el apoyo a las políticas nacionales y los financiamientos a través de los canales existentes en los ministerios y el Estado. Se estima que la estrategia 2021-2025 impulsará más esas modalidades y menos los financiamientos a través de proyectos.

Es un tipo de procedimiento que nos caracteriza”, asegura Raphaëlle Brody. “Por ejemplo, en Burkina Faso y en Níger los fondos de la AME transitan por la AFD, pero en un fondo común al que contribuyen otros socios, que tiene una función catalizadora para consolidar la parte del gobierno en la gestión”, señala. Para el periodo 2021-2025, la AFD aboga por potenciar las delegaciones de fondos, en especial en los países francófonos.