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Sensibilisation à l'hygiène menstruelle, Éthiopie
Subestimados, los problemas de salud e higiene relacionados con la menstruación afectan a una cuarta parte de la población mundial que menstrúa. Con motivo del Día Mundial de la Higiene Menstrual, que se celebra el 28 de mayo de 2022, la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) actúa para acabar con este tabú universal: en Etiopía, por ejemplo, un programa piloto que asocia los sectores público y privado pretende contribuir a la educación y a la capacitación de las mujeres.

Una mujer pasa en promedio 2.280 días de su vida teniendo la regla. Desinformación, dificultades de acceso al agua, a las instalaciones sanitarias o a los productos adaptados para el periodo: 500 millones de mujeres tienen dificultades para gestionar su menstruación en buenas condiciones. Una de cada diez niñas en África ya no va a la escuela, no puede trabajar durante varios días al mes y el riesgo de infecciones vaginales ha aumentado en un 70%, estas son algunas de las consecuencias que derivan de estas dificultades.

"En 2019, cuando Francia lanzó su diplomacia feminista internacional, la Agencia Francesa de Desarrollo observó que muy pocas inversiones se dirigían a la salud e higiene menstrual en nuestros países de intervención", recuerda Katell Rivolet, jefa del equipo de proyectos de la División de Agua y Saneamiento de la AFD. 

En este contexto, la AFD, en colaboración con el Ministerio de Europa y Asuntos Exteriores, la ONG Care France y BNP Paribas, firmó en enero de 2022 un contrato de impacto para apoyar la salud e higiene menstrual en Etiopía, el segundo país más poblado de África. El resultado es un programa de tres años de duración dedicado a esta problemática y, más ampliamente, al empoderamiento de las mujeres, tal y como se contempla en el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 5.

Defensa feminista de la acción solidaria

Aunque el tabú que rodea a la menstruación es casi universal, está especialmente extendido en Etiopía, donde tres de cada cuatro adolescentes nunca han oído hablar de la menstruación hasta que se enfrentan a ella. Esta es una de las razones por las que se propuso este contrato de impacto, subvencionado con tres millones de euros por la AFD, en este país. 

Para maximizar su impacto, el contrato tiene un doble objetivo: pretende sensibilizar a la esfera política, a la sociedad civil y a la población sobre la salud y la higiene menstrual y, más ampliamente, sobre la situación de las mujeres. En cuanto a la promoción, "los expertos internacionales y los agentes locales del desarrollo están trabajando juntos en este tema, explica Virginie Arnaud Le Pape, jefa del equipo del proyecto en la División de Empresas Públicas y Finanzas Estructuradas de la AFD, que se congratula del carácter transversal del proyecto. Esta colaboración hace avanzar el debate general sobre la salud y la higiene menstrual, a la vez que refuerza el diálogo sobre políticas públicas en la materia con las autoridades etíopes, con el objetivo final de llevar el programa a escala".

En el terreno, este programa se desarrolla más concretamente en la ciudad de Adama y sus alrededores. Aplicando los tres pilares de la gestión de la higiene menstrual, el proyecto será llevado a cabo esta primavera por Care France, en colaboración con Care Ethiopia y ProPride, una ONG local implicada en la lucha contra la violencia hacia las mujeres y la promoción de los derechos de las mujeres. 

"Care y sus socios están promoviendo las buenas prácticas a un amplio público. También proporcionamos toallas sanitarias reutilizables. En las escuelas, nos aseguramos de que la infraestructura sanitaria se adapte a las necesidades de las jóvenes", explica Helen Pankhurst, de Care International.

También se llevarán a cabo campañas de sensibilización en universidades, escuelas, clínicas, fábricas del parque industrial de la ciudad y en las comunidades más vulnerables de la periferia. Según una evaluación de impacto realizada antes del proyecto, se espera que estas actividades de sensibilización se dirijan a unas 325.000 personas.

El contrato de impacto en el desarrollo, una forma innovadora de financiación entre los sectores público y privado

La innovación de este proyecto reside también en su método de financiación, a través de un contrato de Impacto en el Desarrollo. Este tipo de contrato, que fomenta la colaboración entre el sector público y el privado, promueve la aparición de proyectos medioambientales y sociales innovadores. Sus resultados de impacto son la piedra angular de un mecanismo financiero original.

"Este contrato de impacto en el desarrollo es el primero lanzado por Francia y cuenta con el apoyo de la AFD. Está en consonancia con la dinámica de asociación apoyada por la AFD en favor de los Objetivos de Desarrollo Sostenible", explica Virginie Arnaud Le Pape.

En este caso, la AFD seleccionó a la ONG Care France -tras una convocatoria de proyectos- para llevar a cabo este programa, con objetivos en términos de impacto social medidos por un evaluador independiente. Un inversor privado, BNP Paribas, fue seleccionado para prefinanciar el programa y asumir el riesgo de fracaso del experimento.

Al final del proyecto, BNP Paribas será reembolsado por la AFD hasta el importe del capital invertido y una posible prima si se alcanzan los resultados. Si no es así, el inversor puede perder toda su inversión. "Ya hemos estructurado e invertido en una decena de contratos de impacto social en Europa, pero este es el primero de este tipo en África. Esta innovadora herramienta de inversión permite combinar todos los ámbitos de intervención relacionados con la cuestión de la inseguridad menstrual en un único programa", resume Maha Keramane, responsable de Positive Impact Business Accelerator en BNP Paribas.

Medir el impacto, mejorar las prácticas

Conocimientos y respuestas adecuadas en materia de salud e higiene menstrual, acceso a productos para el periodo e instalaciones sanitarias adaptadas en las escuelas, movilidad, inclusión: estos son los indicadores utilizados para activar los pagos una vez que se han cumplido los criterios. Realizada por un evaluador independiente, la evaluación de impacto no sólo mide el progreso de las actividades a corto plazo, sino también el impacto previsto a largo plazo. Durante la ejecución del programa, esta metodología permite al responsable del proyecto ajustar sus acciones para lograr los impactos previstos. "Por ejemplo, no sólo tratamos de medir el número de protecciones sanitarias distribuidas, sino si se utilizan y cuáles son las consecuencias de este uso para la movilidad de las mujeres o la escolarización de las jóvenes", explica Sonia Lioret, directora adjunta de la oficina de la AFD en Addis Abeba. Cada año se reunirá un comité de seguimiento con representantes de los Ministerios etíopes de la Mujer, la Infancia y la Juventud, la Salud, la Educación y la Comisión de Agua y Saneamiento para reforzar las inversiones y su ampliación. Como lo resume Helen Pankhurst, de Care International, "este proyecto toca un tema importante que va mucho más allá de la higiene menstrual: la capacitación de las mujeres para que sean más independientes y activas en sus vidas.”

La AFD también apoya la iniciativa de KmerPad, ganadora del Gran premio de finanzas solidarias 2019, para combatir la precariedad y el tabú que rodea al ciclo menstrual. Esta empresa camerunesa tiene su sede en Yaundé. Con el apoyo del Fondo de Inversión en África Fadev y la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), comercializa toallas sanitarias reutilizables que mejoran la vida cotidiana de las mujeres camerunesas y ofrece la oportunidad de aumentar el número de charlas educativas sobre el tema.