
Antes de la pandemia de COVID-19, Colombia había mostrado resultados positivos en la reducción de la pobreza y las desigualdades. La pobreza total se redujo en 6,1 puntos porcentuales entre 2012 y 2018, pasando del 40,8% al 34,7%, al igual que la pobreza extrema, que cayó del 11,7% al 8,2%, según las estadísticas oficiales. En el mismo sentido, aunque Colombia se encuentra entre los países más desiguales de la región, redujo su índice de Gini en aproximadamente 0,03 unidades, de 0,539 en 2012 a 0,508 en 2017, según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE, 2021).
No obstante, muchas personas perdieron su empleo o vieron reducidos sus ingresos como consecuencia de las medidas sanitarias, adoptadas en respuesta a la pandemia, que afectaron tanto a la oferta como a la demanda. Naturalmente, según las estadísticas oficiales, los niveles de pobreza aumentaron considerablemente y la desigualdad volvió a niveles de años pasados, anulando los avances en dicha materia. De hecho, el país era en 2020, según el último Panorama Social de la CEPAL, el más desigual de América Latina (Comisión Económica para América Latina y el Caribe, 2021).
Así, la estructura fiscal del país juega un papel fundamental y sobre todo para que las transferencias directas, indirectas y en especie se transformen en apoyos para que los hogares más vulnerables puedan satisfacer sus necesidades básicas y, en cierta medida, equilibrar estas desigualdades. Además, dado que la progresividad es uno de los principios del sistema fiscal, las personas con rentas más altas deberían pagar impuestos más elevados para financiar el gasto social. En este sentido, la reforma fiscal que entró en vigor en 2018, así como la reforma fiscal aprobada a finales de 2022, han introducido cambios importantes en el estatuto preexistente al fijar el objetivo de aumentar el recaudo.
Este proyecto se lleva a cabo en el marco de la Extensión de la Facilidad de Investigación sobre las Desigualdades (FID). Coordinada por la AFD y financiada por la Comisión Europea, la Extensión de la FID contribuirá a la elaboración de políticas públicas enfocadas en la reducción de las desigualdades en cuatro países: Sudáfrica, México Colombia e Indonesia durante el periodo 2021-2025.
Para llevar a cabo este estudio, se utilizó la metodología desarrollada por el Instituto del Commitment to Equity (CEQ). Esta metodología permite realizar un análisis del impacto fiscal, es decir, un análisis del impacto redistributivo de los instrumentos de política pública, tanto impuestos como gasto social, sobre la pobreza y las desigualdades. En este sentido, mediante el uso de encuestas de hogares, es posible evaluar la capacidad redistributiva de los impuestos y las transferencias (ya sean directas o indirectas) para orientar las políticas públicas en esta materia.
Con este estudio será posible observar qué políticas, ya sea por el lado de los impuestos o por el lado de los gastos, tienen un mayor impacto (negativo o positivo) sobre las desigualdades. Esto nos dará a nosotros y al Gobierno una imagen clara de los efectos de la estructura fiscal.
Además, el proyecto tratará de construir una herramienta que parametrice la estructura fiscal y el gasto social, y permita realizar micro simulaciones útiles para los debates sobre políticas públicas. Por lo tanto, este proyecto buscará apoyar a los equipos del Ministerio de Hacienda, proporcionándoles una herramienta que les permita realizar las simulaciones necesarias para evaluar los impactos de diferentes políticas. Así, la reforma fiscal recientemente adoptada será analizada a través del prisma de esta herramienta.
A continuación encontrará los distintos documentos de investigación relacionados con este proyecto:
Incidencia de los impuestos y el gasto social : escenarios de política pública para Colombia
Contact :
- Felipe Korreales, AFD Research Officer
- Anda David, AFD Research Officer
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