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Los Objetivos de Desarrollo Sostenible cumplen 10 años: ¿qué marco mundial habrá después del 2030?
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Adoptados en el 2015 por la ONU, los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y sus 169 metas –o subobjetivos– tienen la ambición de dar respuesta, de aquí al 2030, a los principales desafíos mundiales: pobreza, desigualdades, clima, biodiversidad, agua, energía, paz, educación… Tras esa fecha, un nuevo marco mundial tomará el relevo.
Sin que se haya franqueado el horizonte fijado por la ONU para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) ya se sabe con certeza que no se van a alcanzar todos. Según un informe de la ONU publicado en julio, que abarca 139 metas que pudieron ser documentadas, el 47 % de los objetivos muestran progresos insuficientes, mientras que el 18 % han retrocedido con respecto a su nivel en el 2015.
Esta realidad no debe ocultar el camino recorrido ya que, al mismo tiempo, el 35 % de los objetivos avanzan hacia su consecución. Pero inevitablemente surgirá una pregunta a medida que se acerque el 2030: ¿cómo mejorar el próximo marco mundial de acción para el desarrollo sostenible y favorecer el logro de los objetivos?
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«La fecha límite se acerca, pero aún estamos en una ronda de observación. No obstante, observo que el próximo G7, que previsiblemente se celebre con un formato ampliado, una especie de G7+, debería abordar los desafíos de la gobernanza mundial, de la que forma parte el marco político del desarrollo sostenible», observa Thomas Melonio, economista en jefe de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD).
Fijar nuevos objetivos
¿Qué quedará de los 17 ODS después del 2030? Sin duda, se fijarán nuevas metas (actualmente hay 169). Thomas Melonio asegura: «Es evidente que después del 2030 habrá nuevas metas, puesto que algunas ya se han alcanzado y otras se deberán revisar cuantitativamente para que sigan siendo movilizadoras y al mismo tiempo alcanzables. Nunca es recomendable mantener metas irreales. Por otra parte, el Acuerdo de París, el de Kunming-Montreal o incluso la hoja de ruta Bakú-Belén podrían integrar formalmente estos ODS después del 2030, teniendo en cuenta que fueron adoptados después de los actuales ODS».
Efectivamente, desde la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el 2015, el marco mundial ha ido evolucionando con la adopción de estos nuevos tratados internacionales: Acuerdo de París sobre el clima (2015), Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal (2022), Compromiso de Sevilla sobre el financiamiento del desarrollo (2025)…
Remodelación de la política de financiamiento del desarrollo
Otra evolución en los ODS podría venir de una próxima transformación del concepto de ayuda oficial al desarrollo. En Au-delà de la « dichotomanie ». Dessiner de nouveaux mondes pour les politiques globales , Rémy Rioux, Thomas Melonio y Jean-David Naudet proponen distinguir mejor las finalidades del financiamiento del desarrollo en dos pilares e instrumentos distintos: «Por un lado, una política basada en la solidaridad y destinada a reducir las desigualdades internacionales dirigida a los PMA [países menos adelantados] y a los países más vulnerables, y por otro lado, una política de cooperación que agrupe la búsqueda de intereses mutuos y el financiamiento común de los desafíos globales, basada en la eficiencia financiera y en una contribución proporcional a las responsabilidades y las capacidades de cada uno».
No obstante, probablemente la evolución de los ODS no supondrá un replanteamiento completo. «En el Compromiso de Sevilla recientemente adoptado, hay una cierta continuidad con la filosofía de los ODS, se exhorta a conservarlos y a mantener herramientas multilaterales.Existe una voluntad de mantener la coherencia existente entre las diferentes agendas de la ONU. Creo que este acervo de la ONU y de los ODS sigue siendo válido. Es un marco que funciona bien en ese sentido», señala Thomas Melonio.
La mayoría de los países siguen comprometidos con los ODS
Con la reciente retirada de los Estados Unidos, ¿habrá cambios en la implicación de los Estados en el futuro marco posterior al 2030? Según Thomas Melonio, muy pocos países están distanciados de los ODS hoy en día:
«La mayoría siguen comprometidos con la lucha contra el cambio climático, con el progreso social, y participan activamente en las instituciones multilaterales que permiten debatir sobre estos temas. No obstante, es cierto que numerosos países históricamente desarrollados desean que sean más aparentes los intereses mutuos de la cooperación, lo cual no es incompatible con los ODS, que afirman la responsabilidad esencial de cada nación en su propio desarrollo. Desde ese punto de vista, los ODS ya habían marcado una inflexión clara con respecto a los Objetivos de Desarrollo del Milenio».
Así se sentarán las bases del próximo marco mundial que deberá tomar el relevo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible tal y como los conocemos, a partir del próximo decenio.