
Industrias culturales y creativas
La industria cultural y la industria creativa refuerzan el vínculo social e impulsan los temas prioritarios del desarrollo: educación, género, ciudadanía, gobernanza… La cultura es un bien común y ponerla al alcance de todos es una de las prioridades de la AFD a través de su apoyo a las ICC.


- Apoyar las políticas culturales
- Apoyar el emprendimiento cultural
- Formar y reforzar las capacidades de los actores
- Atender las necesidades en equipamientos culturales
Apoyar las políticas culturales
Apoyar el emprendimiento cultural
Formar y reforzar las capacidades de los actores
Atender las necesidades en equipamientos culturales
El sector de las industrias culturales y creativas (ICC) es un importante punto de apoyo para el desarrollo local inclusivo pero también un vector de promoción de la francofonía y de fortalecimiento de la libertad de expresión. La estructuración de sus sectores ofrece oportunidades económicas, así como permite a las poblaciones concernidas tener mayor acceso a los bienes y servicios culturales.
El mandato ICC es perfectamente congruente con la perspectiva asociativa de la AFD. Francia cuenta con conocimientos y experiencia que ya se exportan para apoyar a la mayor parte de las especialidades del sector. Desde 2018, cuando firmó un acuerdo de asociación estratégica y financiera con el Institut Français, es socio preferente de este último, al igual que el ministerio de la cultura, el museo del Quai Branly, el Instituto Nacional Audiovisual (INA), la escuela Rubika de la ciudad de Valenciennes, Expertise France, la Biblioteca Nacional de Francia (BnF) y la Unión Europea.
Las ICC tienen un indudable impacto sobre el crecimiento, el PIB de los países y las exportaciones, además de ser una cantera de empleo, en particular para la juventud y para las mujeres que constituyen una parte sustancial del sector de actividad cultural. El sector contribuye a cristalizar valores fundamentales para la construcción de una sociedad sostenible: educación, gobernanza, ciudadanía, igualdad de género, etc. Al favorecer el vínculo social, en particular a través del diálogo intergeneracional e intercultural, la cultura mejora la convivencia y, de esta forma, se asume como un factor de resiliencia para encontrar soluciones a las crisis ecológicas, sociales y morales que pueden afectar a las poblaciones.