La Amazonía, a menudo denominada el "pulmón verde" del planeta, cubre 5,5 millones de km2 y alberga alrededor del 10% de la biodiversdad mundial que se conoce actualmente. Sin embargo, la región amazónica, un verdadero santuario de la biodiversidad, enfrenta serias amenazas. Prácticas agrícolas insostenibles y actividades extractivas como la minería ilegal han provocado una fuerte deforestación que se traduce en la pérdida de alrededor de una quinta parte de este bosque tropical en los últimos 50 años. Según WWF Francia, otros factores como la contaminación y los incendios forestales son también desafíos importantes. Estas amenazas se ven exacerbadas por políticas ambientales debilitadas y el incumplimiento de los derechos de los pueblos indígenas.
Desde 2021, el FFEM, en cofinanciamiento con la AFD, apoya activamente la implementación del proyecto TerrIndigena con una subvención de 1,72 millones de euros para un total de 12,7 millones de euros. Esta iniciativa tiene como objetivo proteger más de 17 millones de hectáreas de territorios indígenas en tres países de la cuenca amazónica: Ecuador, Colombia y Brasil. El proyecto TerrIndigena se enfoca en fortalecer la gobernanza, monitorear el estado de los bosques y las presiones que se ejercen sobre los territorios, así como el desarrollo de actividades económicas sustentables que respeten las tradiciones ancestrales de las comunidades indígenas.
Karen Colin de Verdière, responsable de proyectos de la División de Agricultura y Biodiversidad de la AFD, subraya la importancia crucial de las poblaciones indígenas en la preservación de la selva amazónica. Los pueblos indígenas de la Amazonía han desarrollado estrategias de conservación que combinan armónicamente sus necesidades socioeconómicas con la preservación de la biodiversidad. Su estrecha relación con la naturaleza, su forma de vida tradicional y su profundo conocimiento de los ecosistemas locales son activos valiosos para mantener el equilibrio ecológico de la región. Según Colin de Verdière, el principal objetivo de este proyecto es lograr que se respeten los derechos de las comunidades y que sus territorios sean plenamente reconocidos. Así, estas comunidades podrán continuar ejerciendo un manejo sostenible de sus tierras y proteger el bosque tropical y su biodiversidad.
Al colaborar con 18 organizaciones indígenas y socios locales como la Fundación Gaia Amazonas (Colombia), la Fundación EcoCiencia (Ecuador) y el Instituto de Pesquisa e Formação Indígena - IEPE (Brasil), TerrIndigena se compromete a proteger estos territorios vitales y preservar la biodiversidad única de la Amazonía. La iniciativa también contribuye a fortalecer los derechos y el respeto de las culturas indígenas, al tiempo que promueve el desarrollo sostenible y la reducción de las desigualdades entre estos pueblos.
Patricia Navas, coordinadora regional del proyecto, señala que gracias a esta iniciativa se han observado avances favorables en materia de gobernabilidad, fortalecimiento de los sistemas de vigilancia comunitaria e iniciativas económicas sostenibles para los pueblos indígenas involucrados en el proyecto. “El proyecto ya ha dado sus frutos, beneficiando a 16 territorios indígenas, cubriendo una superficie total de 17.494.140 hectáreas, y llegando directamente a 3.777 personas. Desarrolló la capacidad de monitoreo dentro de las comunidades indígenas, lo que permitió a 113 indígenas desarrollar sus habilidades para monitorear las presiones, amenazas y cambios en la cubierta forestal, contribuyendo así a la protección de su medio ambiente. Además, TerrIndigena ha impulsado el desarrollo de 8 actividades productivas basadas en prácticas sustentables que promuevan la preservación del bosque y la protección de la biodiversidad”.
Los esfuerzos conjuntos de las organizaciones socias y las comunidades indígenas dan testimonio de la importancia de la colaboración para la preservación de territorios vitales y la biodiversidad única de la Amazonía. Este enfoque colaborativo también ha sido fuente de inspiración para otros pueblos indígenas de América del Sur, reforzando la convicción de que la Amazonía es una región de gran diversidad ecológica y cultural, preservada gracias al conocimiento ancestral de los pueblos indígenas y comunidades locales.
El proyecto TerrIndigena ocupa un lugar central en la estrategia de FFEM, combinando la preservación de los ecosistemas esenciales para la biodiversidad y la regulación del clima con el bienestar de las poblaciones locales, con profundo respeto por la naturaleza y sus conocimientos tradicionales. Según Stéphanie Bouziges-Eschmann, secretaria general de la FFEM, “gran parte de la innovación de este proyecto se basa en el cruce de datos científicos, en particular datos satelitales, con el conocimiento ancestral de las comunidades locales. De hecho, el cruce de estos dos tipos de conocimiento permite obtener conocimientos sin precedentes sobre el estado de degradación de la selva amazónica y las especies que allí habitan, ofreciendo resultados valiosos para la preservación de este ecosistema crucial. Este enfoque respetuoso y participativo ayuda a fortalecer las capacidades de las comunidades locales y preservar su patrimonio cultural mientras protege el medio ambiente”.
Gracias a una financiación adicional de 7 millones de euros de AFD, se anunció el lanzamiento de una fase 2 del proyecto en la COP15 sobre biodiversidad en Montreal. Esta nueva etapa marca un importante paso adelante en la preservación de la Amazonía y el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas. Promete consolidar los avances ya realizados, al tiempo que abre nuevas y prometedoras perspectivas para el futuro de la región.