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Transition énergétique Colombie
Concentrando más del 50 % de sus exportaciones en el petróleo y el carbón, la economía colombiana es muy vulnerable frente a la transición energética, lo que pone de relieve una tensión entre clima y biodiversidad, por un lado, y estabilidad fiscal y comercial, por otro. Con el modelo macroeconómico Gemmes, la AFD apoya al gobierno colombiano en esta compleja transición.

"Gemmes Colombia ha permitido enriquecer el diálogo sobre las políticas nacionales de transición energética proporcionando un marco científico sólido, así como facilitar la comprensión y la gestión de los riesgos fiscales y financieros derivados de la transición energética", afirmó Gustavo Hernández, que trabaja en la dirección de estudios económicos del Departamento Nacional de Planeación (DNP), durante el lanzamiento del libro Modelización de las transiciones bajas en carbono en Colombia: oportunidades y riesgos macrofinancieros. Esta obra colectiva resume los resultados de seis años de cooperación entre las autoridades colombianas y la AFD como parte del proyecto Gemmes Colombia. El origen de este proyecto responde a un reto: conciliar transición energética y estabilidad macroeconómica.


Porque el país tiene ambiciosos objetivos climáticos: reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 51 % para 2030 y alcanzar una capacidad de 19 GW en energías renovables no convencionales para 2050. En 2023, el gobierno también se comprometió a no adjudicar más permisos de exploración de petróleo y gas. La urgencia de la transición es tanto mayor cuanto que las reservas de petróleo se estiman en 7.1 años de producción y las de gas en 6.5 años.


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Financiar la transición energética, un asunto complejo

Sin embargo, el margen de maniobra del gobierno colombiano es reducido. Hay que encontrar recursos para financiar la transición (por ejemplo, nuevas infraestructuras), y ello mientras el contexto internacional no favorece la atracción de capital extranjero. Además, el marco presupuestario se ve limitado: "Colombia enfrenta una intensa tensión en las cuentas públicas. Con una exigencia de equilibrio presupuestario estricto y un límite del 55 % en la relación entre deuda pública y PIB, financiar la transición energética se está convirtiendo en un desafío de primer orden", señala Antoine Godin, responsable de la unidad macroeconómica Gemmes de la AFD. Sin olvidar que los recursos fósiles suponen una importante fuente de ingresos para el Estado: dado que la industria petrolera aporta el 8 % de los ingresos fiscales totales, su reducción ejerce una restricción adicional sobre la economía.


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Un modelo para probar escenarios de transición

Desde esta perspectiva, las autoridades colombianas, concretamente los ministerios de Finanzas, Planeación y Energía, se han asociado con los modeladores de la AFD para desarrollar el modelo Gemmes Colombia. Al simular varios escenarios para probar políticas orientadas a la transición baja en carbono, esta herramienta ayuda a identificar las vulnerabilidades macroeconómicas, así como las oportunidades, que estas transiciones ecológicas pueden generar, ofreciendo así apoyo estratégico para una gestión más efectiva de los desafíos futuros. Frédéric Doré, embajador de Francia en Colombia de 2021 a julio de 2024, puntualiza: "Gemmes ayuda a comprender los desequilibrios macrofinancieros, como la evolución de la deuda, y a elegir las mejores opciones de financiamiento, ya sean públicas o privadas, con o sin obligaciones verdes. Es una herramienta clave para apoyar los objetivos climáticos del país sin poner en peligro su estabilidad económica".


Diversificar para una transición eficaz

Los resultados del modelo Gemmes indican principalmente que sería posible atenuar los impactos macroeconómicos de la transición mediante políticas centradas en la reindustrialización, la diversificación de las exportaciones y la integración en las cadenas de valor mundiales. La coordinación de las políticas industriales, monetarias y fiscales podría ayudar a superar los desafíos de esta diversificación, al tiempo que proporcionaría una mayor flexibilidad presupuestaria para las inversiones en proyectos ecológicos.

La transición también puede generar oportunidades para Colombia, como diversificar su estructura productiva, integrar gradualmente nuevas industrias verdes, fortalecer sus infraestructuras públicas, crear empleos de calidad o reducir su dependencia de industrias basadas en los recursos naturales. De tal forma, este proceso podría acelerar el desarrollo socioeconómico del país, sin dejar de paliar ciertos efectos negativos.

Tras el proyecto Gemmes Colombia, la AFD apoya actualmente el proyecto del juego estratégico PowerShift. Esta herramienta ayuda a evidenciar los "esquemas mentales" que influyen en las decisiones y estrategias de los actores de la transición, al tiempo que enriquece su comprensión sobre las cuestiones macroeconómicas. En este contexto en el que se está perfilando el futuro energético de Colombia, la herramienta podría resultar clave a la hora de fortalecer la cooperación entre los diferentes actores del cambio.


Ver el vídeo: Presentación del libro - Gemmes Colombia

Escuchar el podcast Transiciones bajas en carbono en Colombia: oportunidades y riesgos macrofinancieros